La Zubia se vuelca con una familia de Pegalajar

Nuria López Priego/Jaén
Sin empleo, con una casa “inhabitable” y dos hijas, el caso de la familia Junco Quesada ha movilizado a los vecinos de La Zubia (Granada). Su generosidad se traduce en dinero, material de construcción y alimentos. Pero“lo principal” es que el matrimonio consiga trabajo para salir solos adelante y “ayuda para acabar las obras” de su casa. Hace un par de días, el director del FMI advertía que la crisis, “para muchos países, representará la raíz de disturbios sociales y amenazas a la democracia”.

    25 mar 2009 / 11:44 H.

    Es conocido que las situaciones de recesión destapan el lado más visceral del hombre. Pero, algunas veces, también descubren la generosidad de la que es capaz el ser humano. La Zubia es un ejemplo. Un programa de televisión coló en sus hogares el caso del matrimonio Junco Quesada. Antonio y Teresa tienen dos hijas de 13 y 8 años y, debido a la falta de trabajo y a que la casa en la que viven está “inhabitable”, se enfrenta a la “amenaza de que puedan quitarnos a las niñas”, dice temerosa Teresa Quesada. “Era una noticia más, pero, quizá por las niñas, que no tienen culpa de nada, me llamó”, confiesa una mujer, que, desde el anonimato, logró, en una semana, movilizar a buena parte de la ciudadanía de La Zubia.  
    De su propio bolsillo, la granadina les ha sufragado el pago de la hipoteca hasta junio. Pero no es todo. Gracias a familiares, amigos y a los ancianos del Centro del Mayor, la semana pasada, un camión cargado de materiales de construcción, comida, un cheque de 250 euros y una hucha con 120 euros, ahorrados por los propios jubilados, aparcaba ante la puerta de Antonio y Teresa. La pegalajareña se muestra muy “agradecida”. Pero exclama: “Lo que necesitamos es un trabajo”. Denuncia que, actualmente, hay un taller de empleo en Pegalajar y no han sido tenidos en cuenta. Al respecto, la alcaldesa, Mercedes Valenzuela, aclara que la selección del taller corrió a cargo de Forja 21. Sobre la posibilidad de darles un empleo, dice: “Las contrataciones son a través del INEM”.
    Por su parte, la granadina se sorprende de que sea un pueblo distinto al de la pareja el que les haya brindado ayuda. Concluye: “Con sólo dos o tres albañiles, este matrimonio podría acabar las obras y toda su situación cambiaría”.