La visión rural y barroca de Ydáñez

Dice la presentación de esta obra que las imágenes de Ydáñez “conviven en un mundo de sueños, pesadillas e impactantes destellos donde lo real habita”. Entre todo su imaginario del pintor jiennense, además de sus reconocidas vírgenes y retratos, existen sus animales disecados y perros de caza, uno de los motivos en los que la Fundación Caja Rural puso su ojos para ampliar su colección de arte de temática rural. Y la obra que entró a formar parte de sus fondos es Sin título (Polluelos), una serigrafía —36/40— de formato medio. Ahora, este pieza es protagonista del Espacio La Rural, en el que la Fundación expone sus adquisiciones para que los clientes y visitantes de su sede del Paseo de la Estación, pudieran disfrutarlas durante un mes. En este caso, hasta el 30 de junio.

27 may 2015 / 12:21 H.

“Esta es una de las dos obras con las que cuenta la colección de arte “rural” de la Fundación de Santiago Ydáñez”, detalló su gerente, Luis Jesús García-Lomas. La otra, aclaró, no la han podido presentar en este espacio por sus grandes dimensiones, como es habitual en este artista. Estos Pulluelos, destacó, “encajan muy bien” en el sentido de esta colección, que se componen de paisajes, naturaleza, trabajos en el campo, retratos de sus habitantes. “Además, nos interesa muchísimo la obra de Santiago Ydáñez como aportación de autores contemporáneos a la colección”, reconoció el gerente, que se congratuló porque, además, sea un artista jiennense. El autor también participó en la presentación de sus Polluelos y recordó cómo surgió esta obra: “Es una escena de taxidermia del Museo de Historia Natural de Berlín”. Esta serigrafía, contó, comparte el motivo con un cuadro de mayores dimensiones que expuso en 2006, en Oporto, en la Galería Fernando Santos. “Aquella fue la primera exposición en la que mezclé el Romanticismo con el Barroco. Del Barroco, elegía imágenes religiosas, tallas que fotografiaba en Oporto, Jaén o Granada y las relacionaba con bodegones, un tema muy clásico en el Barroco, naturalezas muertas, que es donde entra esta obra. Confronté esos dos movimientos”, explicó. Además, en esa exposición, recordó, pintó dos paisajes nevados con los que abría el abanico hacia el Romanticismo.
A la temática rural en su obra, también se refirió: “En este caso, era una temática muy concreta, pero siempre me han interesado mucho este tipo de imágenes. Cuando era un crío, con apenas trece años cuando nunca había pensado en pintar, me iba a un pinar, justo donde ahora tengo el taller, y dibujaba los pajarillos y las aves migratorias. Y luego los clasificaba. No tenía cámara de fotos y acabé, después, pintándolos”.
Esta no es la primera vez que el pintor de Puente de Génave colabora con la Fundación Caja Rural. Ya en 2011, en las galerías altas de la Catedral, presentó la muestra Dormición y dos años más tarde, en Úbeda, El juego y el silencio.
Ydáñez acaba de volver de participar en una feria de Londres, con la galería Diilon, y tiene, en los próximos meses, una intensa agenda con dos exposiciones en Italia —una ya abierta en Turín—; otras tantas en Madrid y una más, para cerrar el año, en Santander.