La villa romana de Los Robles se protegerá para que pueda visitarse

Javier Esturillo /Jaén
La villa romana del cortijo de Los Robles, descubierta en 2006, no volverá a caer en el olvido. La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Jaén se han marcado como reto protegerla, conservarla y musealizarla para que sea visitada en un futuro. Para ello será necesario cerrarla e invertir en su mantenimiento.      

    14 jun 2010 / 10:29 H.

       
    Han sido necesarios dos meses de duro e intenso trabajo para limpiar de maleza y suciedad el yacimiento. Su situación de abandono desató la ira del Partido Popular, que llevó el caso hasta el Parlamento andaluz, y de la Asociación Española para la Defensa de la Detección Metálica, que denunció, el pasado mes de febrero, ante la Fiscalía de Jaén a la Delegación de Cultura por su “omisión” en la protección de la villa romana. La Junta no tardó en reaccionar y se puso manos a la obra para recuperar los restos. Lo hizo coincidiendo con el comienzo de la construcción del Distribuidor Norte, lo que obligó a la Delegación de Obras Públicas a modificar ligeramente el trazado de la carretera a la altura de la fábrica de Cuétara. Sigue...



    El área de Obras Públicas procede, en la actualidad, a la documentación gráfica de las ruinas con la utilización de los últimos avances técnicos, como la fotogrametría que escanea la zona y obtiene medidas reales a partir de fotografías tanto terrestres como aéreas para saber qué elementos tenían originariamente las construcciones mediante imágenes tridimensionales. “Queremos saber con todo lujo de detalles qué tipo de villa era, quién la habitaba y de qué vivían”, señala el delegado del ramo, Rafael Valdivielso. En parte, esta pregunta ya tiene respuesta. Los habitantes de la villa romana de Los Robles, que se localiza al final del Bulevar, junto al primer vial que conecta con Los Olivares y la ronda Norte, se dedicaban a la producción de aceite que exportaban, principalmente, a la capital del Imperio. Se sabe esto porque se han encontrado grandes presas en buen estado de conservación para la elaboración del “oro líquido”.  

    Fruto de las excavaciones también aparecieron un grupo escultórico de mármol, así como esculturas en piedra caliza, cerámicas, monedas, vidrios y una alberca con paredes recubiertas en torno a la que existían varias estancias con pavimentos de mosaico. Las piezas más importantes estaban situadas alrededor de una piscina, dentro de un patio porticado decorado con estuco y pavimentado con motivos geométricos. Los materiales más significativos descubiertos se pueden contemplar, desde 2006, en una exposición permanente en el Museo Provincial.

    La delegada de Cultura, Mercedes Valenzuela, asegura que no cejará en su empeño hasta lograr la puesta en valor del yacimiento, con su cerramiento y la colocación de una malla, para garantizar su conservación. Incluso, está prevista una segunda fase para descubrir nuevos restos, si bien lo importante, ahora, es que la villa sea “un punto más de conocimiento de la historia local”.  Para Rafael Valdivielso, este esfuerzo demuestra el interés público por las ruinas. “Nosotros nos ponemos el sombrero de Indiana Jones y los guantes para rescatar la historia de esta ciudad, frente a la demagogia del PP”, señala.