La utilización del cañón de red para capturar palomas en Linares se aplaza

El Ayuntamiento de Linares trabaja, desde hace años, para reducir el número de palomas con el fin de alcanzar una población ideal. Se trata de un objetivo que, poco a poco, se cumple. Muestra de ello es que, pese a que desde el pasado otoño se prepara el lanzamiento del cañón de red, se pospondrá hasta primavera, ante la escasez de aves.

    08 feb 2010 / 11:16 H.

    “En otoño intentamos comenzar el lanzamiento del cañón de red para la captura de palomas y, de hecho, comenzamos a cebar las aves en Santa Margarita, Colón y La Paz. Esta última zona se encuentra en obras y en la Plaza de Colón es donde más acudieron. Sin embargo, la cantidad es insuficiente”, explicó el concejal de Salud y Consumo, Francisco Ballesteros. De tal forma, no saldría rentable la operación, por lo que se aplazará hasta primavera. Cuando se estrenó, en el primer semestre de 2009, la técnica resultó todo un éxito, pero, en esa ocasión, se registraba una afluencia de unos cien ejemplares por día, un hecho que constata que la reducción en la población. Desde hace años, el Ayuntamiento lleva a cabo una intensa actividad con la principal finalidad de alcanzar lo que se considera la cifra ideal, que se situaría en los mil quinientos especímenes —hace unos años se superaban los seis mil en el casco urbano—. Con ello se reducirían los daños materiales derivados de sus excrementos, así como los perjuicios tanto para el hombre como para los propios animales y acabar con los focos de gran concentración de palomas.

    Además, según explicó el edil socialista durante la presentación de la memoria de actividad realizada por el área durante el pasado 2009, tan sólo se registraron diez avisos por parte de vecinos para quejarse por la presencia masiva de las aves. Por otra parte, el pasado ejercicio también se prorrogó a la compañía Dokesim el contrato para poner en marcha el programa de control de los pájaros por un importe de 14.700 euros. En tal línea, el servicio se ajustó a las necesidades actuales. Una vez que se consiga que la cantidad de palomas se rebaje hasta el número de ejemplares previsto, las tareas se encaminarán al mantenimiento para no sobrepasarlo en un futuro. Los perjuicios derivados de la presencia de estos alados vecinos derivan, principalmente, del carácter corrosivo de las deyecciones, conocidas como palomina, y de la capacidad para transmitir enfermedades. Mariela Soriano /Linares