La riqueza de la Cruz del Lloro

Silvia Ruiz Díaz/Martos
“No tuvo la suerte” de nacer en Martos, pero su sangre “está teñida del verde y blanco de Andalucía”. Así lo afirmó el pregonero de las fiestas de la Cruz del Lloro, el fotógrafo de JAEN Juan Carlos Fernández, que se mostró orgulloso de vivir en un barrio donde los hermanos Carvajal se convirtieron en leyenda y cuya riqueza la forman sus vecinos.

    15 sep 2013 / 10:10 H.

    Fue presentado por su sobrina, María Luisa Castillo, en un escenario con carteles que mostraron portadas y páginas de Diario JAEN. Se dirigió a la multitud de vecinos que se acercó hasta la Avenida de los Olivares para escucharlo y expresó sus sentimientos a través de la palabra, el vídeo y la fotografía. El reportero gráfico Juan Carlos Fernández recordó que fue el 12 de octubre de 1987 cuando llegó a Martos para quedarse “para siempre”, y que el autobús lo dejó en la Cruz del Lloro, en un lugar “rico” y con mucha historia. “Algunos pueden pensar que en nuestro barrio no tenemos una gran fuente de 1586 de estilo renacentista, pero aquí se hizo el primer aparato de radio y se fabricaron, en 1969, los primeros televisores en blanco y negro”, dijo. Subrayó que en la zona sobreviven comercios de todo tipo, por los que hay que apostar. “¿Y las mujeres políticas? No nos podemos quejar. Las dos alcaldesas de la democracia son de aquí, y se nota, ¡vaya si se nota! Si no, ¿por qué pensáis que nos ponen tantas luces por Navidad? Puro enchufe de vecindad”, bromeó. Opinó que el barrio puede presumir de ser “la cuna y los protectores de la seguridad y la salud”, con medio centenar de guardias civiles, la pareja de Policía Local y un “ejército” de médicos, Cruz Roja y equipo sanitario.
    Aunque la Cruz del Lloro no tiene la solera de La Cornacha, ni el Parque Manuel Carrasco, ni un edificio que fue en su día cárcel y cabildo, no lo cambiaría, según manifestó, por el ropero de Cáritas en la calle La Labradora, los pisos de Curro Jiménez, la barriada del Niño Jesús o la escuela de la calle Cádiz, llena de asociaciones, ni tampoco por los usuarios del centro ocupacional o por la ayuda social que se presta “en las sesenta calles y cuatro plazas” del barrio. Dio una lección de historia y reivindicó: “Va siendo hora de que el Museo Provincial nos devuelva nuestra joya de la corona, el sarcófago paleocristiano del siglo IV, encontrado en el mercado de El Llanete, antes Molino del Rey, en nuestro barrio”. Y agregó: “Para eso el Ayuntamiento tendría que preparar un buen museo y gastarse los cuartos en hacerlo, en vez de pagar más de un millón de pesetas en dar tres premios a gente de fuera”. Y se dirigió a la máxima autoridad local, Francisco Delgado, presente en el pregón: “Señor alcalde, es hora de recuperarlo”.
    Por otro lado, Juan Carlos Fernández dedicó la parte final del pregón a Diario JAEN, con el que colabora desde hace veintitrés años. Resaltó la evolución que tuvo la tecnología en el mundo de la imagen y cómo se reflejó “en el periódico de todos y de todas”. Al principio revelaba los carretes de blanco y negro en un “cuartillo oscuro” para, luego, enviar las fotos en el coche de Ureña hasta la capital. Ahora se puede llegar al lugar del suceso con una ‘tablet’ y un móvil. “En menos de un minuto está la foto, directamente, en su página. Ahora sí que es verdad que las noticias vuelan”, señaló.
    Por último el pregonero describió sus “batallas” para “sacar la mejor instantánea” y tuvo un recuerdo para sus compañeros del periódico y de los medios locales: Radio Martos, Ser Campiña y Vicomar. “Lo mejor de todo es que terminan siendo buenos amigos”, expresó. Antes de acabar se refirió a la página diaria de Martos, esa que, como señaló, “tiene detrás un trabajo inmenso”.