La primera vez que fue al cole
Llantos para algunos y sonrisas para otros. El comienzo de curso en las guarderías llenó las aulas de niños que, en su mayoría, experimentaban por primera vez la separación de sus padres.

Sin embargo, en las escuelas infantiles (las públicas dependientes de la Junta) la incorporación se realizará a lo largo de estos días, mientras que las puertas de los centros de educación infantil (los privados o concertados) ya llevan abiertas hace unos días. Y es que, en las públicas, los trabajadores se incorporan justamente el 1 de septiembre, por lo que necesitan una jornada para limpiar y adecuar las instalaciones. De esta manera, es a partir del segundo día —hoy— cuando comienzan a recibir a los padres y a los pequeños. En la capital, la Junta oferta 1.600 plazas en 30 escuelas infantiles. Concretamente, en la de Los Trigales, los niños que ya estuvieron otros años comienzan el curso hoy y, a partir de mañana, se incorporarán los nuevos paulatinamente en un periodo de adaptación. Así, septiembre se convierte en un mes transitorio que permite a los pequeños hacerse con el nuevo lugar, las monitoras y sus compañeros. Después, las familias contarán con horarios estables que van desde las 7:30 hasta las 17:00 horas.
Por otro lado, en los centros de educación infantil cuentan con más libertad a la hora de inaugurar el curso. En el caso de Párvulos —de titularidad privada—, su directora, María Dolores Esteban Ruiz, explica que llevan una semana con la “adaptación”: “Preferimos que los niños vengan poco a poco, que se queden con ganas de más y no se les haga largo el rato que pasan aquí”, cuenta Esteban, quien indica que a algunos se hace raro el nuevo lugar o que les den de comer. “Al final se adaptan. Hay que tratarlos con paciencia y cariño, aunque peguen y se enfaden al principio”.
De hecho, son los progenitores, sobre todo los primerizos, quienes lo pasan peor que los hijos. “Yo tengo tres niños y sé lo que es dejarlos tan pequeños, pero tenemos lo último en nuevas tecnologías, de forma que los padres pueden verlos desde cámaras a través de unas aplicaciones que se descargan previamente”, explica la responsable de Párvulos.
Aunque uno de los motivos por los que las familias recurren a este servicio es la conciliación con el trabajo, también son espacios que permiten a los más pequeños entablar sus primeras tomas de contacto con otros niños de su misma edad (de cero a tres años), así como a ser más autónomos. “Les ayuda a compartir, a comer o en su higiene personal, así como a iniciar un aprendizaje”, explica Esteban.