La Peña Flamenca canta a la Navidad por tangos y bulerías

No podía ser de otra forma. La Peña Flamenca de Jaén celebró su pregón de Navidad, como diría un taurino, con un lleno hasta la bandera y en un ambiente exquisito. El pregonero de este año fue su antiguo presidente Marcos Gutiérrez Melgarejo, que dio un pregón cariñoso, simpático y con agradecimientos a los directivos y socios de la entidad.

24 dic 2014 / 09:30 H.

Tuvo un recuerdo para las tertulias en las que participaron muchos amigos suyos ya fallecidos, como Fausto Olivares, Miguel Ayala, Luis “Millones”, Ramón Montoro Campos, Manolo “Canalejas” o Vicente Cumbrero. También agradeció a los anteriores presidentes de la peña y a los alcaldes, entre ellos José María de la Torre, que propició con una subvención que la Peña Flamenca comprara el edificio de la calle Maestra, o Alfonso Sánchez Herrera, quien hizo la remodelación del local en 1996 para que la Banda Municipal de Música tuviese en la segunda planta el espacio para sus ensayos e instrumentos.

Cante. Una vez finalizado el pregón salieron al escenario los artistas, entre los que no pudo estar, como figuraba anunciado, Eduardo Martínez, “Niño Jorge”, ya que esa misma mañana enterró a su padre y sus ánimos no estaban para cantar villancicos flamencos.

Quienes sí lo hicieron fueron José Gersol, su hija Carmen y Mari Cruz Pérez, “Canalejas”, acompañados al toque con las guitarras de José Rojo y el iliturgitano Antonio Gómez.

Los cinco realizaron un espectáculo brillante, con los estilos habituales para la ocasión de tangos y bulerías, que son los que conforman el flamenco navideño de la peña jiennense. Carmen Gersol recordó, en ocasiones, los “matices” del Niño Gloria, que ella ha estudiado y en la línea que siguen los Gersol de recrear a José Menese. Mari Cruz “Canalejas” remembró a su padre con el romance por bulerías El Niño Dios. También hizo unas bulerías de su abuelo Canalejas de Puerto Real, quien, en su día, empezó a institucionalizar la Navidad flamenca en Jaén. José Gersol cantó por tangos. Luego interpretó una farruca con aportaciones muy personales y unos villancicos con tratamiento muy propio e inclinaciones rocieras. Además bordó una nana, cargada de sensibilidad, con su facilidad para este tipo de cantes.