La lluvia "descarga" sobre la Semana Santa jiennense
“En abril, aguas mil”. El refrán, muy utilizado en el ámbito agrícola, vuelve a cumplirse. Los días de Pasión estuvieron marcados por las precipitaciones y la Semana Santa deslució especialmente en ciudades como Linares, donde los chubascos dejaron, solo el Jueves Santo, más de cincuenta incidencias. Las anegaciones de carreteras y viviendas causaron el temor en otros municipios, como Lupión, Torreblascopedro, Vilches, Andújar, Marmolejo y, especialmente, en Ibros.
“En abril, aguas mil”. El refrán, muy utilizado en el ámbito agrícola, vuelve a cumplirse. Los días de Pasión estuvieron marcados por las precipitaciones y la Semana Santa deslució especialmente en ciudades como Linares, donde los chubascos dejaron, solo el Jueves Santo, más de cincuenta incidencias. Las anegaciones de carreteras y viviendas causaron el temor en otros municipios, como Lupión, Torreblascopedro, Vilches, Andújar, Marmolejo y, especialmente, en Ibros.La lluvia, sin embargo, vino “mal repartida” y es que, según datos de las estaciones de Meteoclimatic, en los últimos tres días se recogieron solamente 8 litros por metro cuadrado en Alcalá la Real, mientras que en otros términos, como Martos, fueron 31,6 o, en Pozo Alcón, se contabilizaron hasta 42. En cuanto a la capital, aunque en abril solo se registraron, de momento, 17 litros por metro cuadrado, desde que comenzó la temporada hidrológica, en octubre de 2010, los pluviómetros han recogido 552. Las previsiones apuntan a que el tiempo continuará inestable, al menos hasta finales de mes. Esta misma tarde, los cielos vuelven a pintarse grises y descargan agua en forma de tormenta. Desde el servicio de Emergencias del 112, en cambio, especificaron que, si bien el Jueves Santo hubo una gran cantidad de llamadas de alerta en la provincia, tanto el viernes como hoy no hubo que destacar mayores incidencias aunque, por la tarde, testigos alertaban de que la carretera de Fuerte del Rey presentaba problemas y las anegaciones detectadas dificultaban la circulación.
Silvia Ruiz Díaz