La llegada de temporeros a Úbeda cae a la mitad con respecto al año pasado

La presencia de temporeros que buscan trabajo en la aceituna es menor a la del año 2008. A pesar de ello, la limitación del tiempo de estancia en los albergues a tres días hace que algunas personas duerman en la calle. Cruz Roja apunta que el propio dispositivo de asistencia hace que los trabajadores acudan a la ciudad.

    01 dic 2009 / 11:47 H.

    Cajeros y soportales sirven de techo para personas que acuden a Úbeda en busca de un trabajo en la recolección de la aceituna. Dos factores dan lugar a esta situación, según Jesús Poyatos, máximo responsable local de la Cruz Roja. Por un lado, apunta que, aunque la presencia de personas en busca de un tajo es inferior a la de 2008 —250, frente a más del doble el año pasado—, son cien más de las que puede asumir el dispositivo de atención diseñado, compuesto por 46 camas ofrecidas por el Ayuntamiento y cien más de la organización. A ello, hay que sumar lo que Poyatos define como “efecto llamada”, es decir, este amplio grupo de transeúntes sabe que tanto en Úbeda, como en el resto de la provincia, existe una red de albergues, única en España, que les permitirá tener comida y techo mientras encuentran alguien que los contrate. También es clave que, a diferencia de otras temporadas, las red sólo ofrece cobijo durante tres días, en lugar de cinco. Esto hace que el tiempo para buscar empleo sea menor y, por lo tanto, para Poyatos, muchos decidan “aguantar” en Úbeda hasta que comience la campaña. Por ello, se da la paradoja de que el albergue de Cruz Roja tenga plazas libres casi todos los días y haya personas durmiendo casi al raso.

    Y es que, aunque no tengan cabida en los dos albergues, Cáritas ofrece, a diario, algo que llevarse a la boca a todo aquel que se la solicite. Francisco Moreno, al frente de la entidad, deja claro que la organización apura sus recursos al máximo para no cerrar  el comedor a nadie. Por el momento, sirven una media de doscientos cincuenta platos por jornada. Cáritas también tiene ropero que, como el comedor, funciona gracias a la solidaridad de los ubetenses. En la Cruz Roja, este año, también han reforzado el reparto de prendas de abrigo y útiles que sirvan para pasar la noche en la calle, como esterillas o mantas. El Ayuntamiento considera que la situación está normalizada en la ciudad y que el albergue municipal, aunque completo desde que abrió sus puertas, el pasado día 16, no está colapsado. José Rodríguez Cámara /Jaén