La Lanzada, una ilusión que no decae
Tienen sede canónica —el templo de San Eufrasio—, un entusiasta capellán —el canónigo Juan Viedma—, advocaciones y hasta cultos propios, entre las muchas actividades que los miembros de la Prohermandad del Dulce Nombre de Jesús, Santísimo Cristo de las Aguas en su Sagrada Lanzada, Nuestra Señora de la Quinta Angustia, San Juan Evangelista y María Santísima Reina de los Ángeles celebran.

Precisamente el próximo viernes comenzará el triduo dedicado a sus titulares, que si bien no veneran físicamente todavía, presiden su inmarcesible devoción . Si algo poseen de veras es ilusión, ganas de reflejar en la calle como procesión lo que viven en fraternidad como hermanos cofrades durante todo el año. Por lo pronto, el venidero sábado de Pasión tendrán, ya bendito, guion corporativo y varas representativas, pequeños grandes pasos que los acercan cada vez más a las calles jiennenses.
Hablando de pasos, cuentan con un ambicioso proyecto de misterio que incluye a Cristo Crucificado, las tres Marías, la Virgen, San Juan, un sayón romano y al mismísimo Longinos a caballo. Una idea firmada por el tosiriano José Miguel Tirao Carpio, cotizado imaginero. “Es el que nos gusta y, además, queremos apostar fuerte por un artista de la tierra”, expresa José Ángel Rubio, el máximo responsable actual del todavía grupo parroquial. Una propuesta colosal, como lo son sus ansias de ser cofradía, hermandad... y cortejo de penitencia. Incardinados en un barrio semanasantero como el que más, La Alcantarilla, los pioneros de La Lanzada —esos que, en unos años, serán considerados “históricos” de su cofradía—, “aprenden” de los que saben. No en vano, el Sábado Santo viajarán hasta Sevilla, acompañados de quienes quieran inscribirse, para contemplar los desfiles procesionales de la capital hispalense.