La Guardia Civil "caza" al autor de las trampas para los deportistas

La Guardia Civil “caza” al presunto autor de las trampas que han herido a ciclistas y corredores en los montes jiennenses. Se trata de un vecino de Jamilena de 54 años al que se le han imputado dos faltas —una de lesiones y otra de daños—. No se descarta que haya más personas implicadas.

    13 jul 2013 / 09:12 H.

    Al principio era como encontrar una “aguja” en un pajar. Identificar a las personas que colocan trampas con puntas y las entierran en senderos de diferentes parajes jiennenses se antojaba difícil. Sobre todo, si se atiene al dicho tan jaenero de “con lo grande que es el campo”. En cambio, la investigación de la Guardia Civil comienza a dar resultados. El Instituto Armado ya ha identificado a una persona y le ha imputado dos faltas. Asimismo, según ha podido saber este periódico de fuentes de la Guardia Civil, no se descarta que se produzcan nuevas imputaciones en un caso que cuenta con dos denuncias.
    Trabaja la Guardia Civil de la provincia, aunque las investigaciones se desarrollan, sobre todo en el cuartel de Torredelcampo, ya que buena parte de las trampas con pinchos que hirieron a jiennenses que practicaban deportes se encontraron allí. Al parecer, las averiguaciones apuntan a que las maderas con clavos que se introducían en los senderos y caminos transitados por deportistas —y que hirieron algunos— querían proteger la caza de algunas zonas cercanas. Por ello, la operación de la Guardia Civil investiga si se quería espantar a los humanos que hacían deporte para que estos, a su vez, no ahuyentaran las especies que habitan en estos tesoros naturales de la capital y del término municipal de Torredelcampo.
    No obstante, el caso está en fase de investigación e instrucción, por lo que los guardias civiles continúan con el trabajo en un asunto que generó una gran alarma social. Si la hipótesis de la caza toma fuerza, el boca a boca de las trampas también tenía una misión importante para disuadir a la gente que tomaba estos senderos para disfrutar de la naturaleza. De hecho, muchos deportistas dejaron de salir al campo para correr o disfrutar de la bicicleta o lo hacían con miedo después de ver las trampas que se colocaban, sobre todo si se tiene presente que en el atestado de la Guardia Civil, según ha podido saber Diario JAEN, figura que los clavos que se colocaban enterrados tenían hasta 8 centímetros de longitud.
    Curiosamente, fuentes de la Guardia Civil aseguran que algunas se encontraban cerca de cebaderos de jabalíes. Sin embargo, el Instituto Armado mira si se trata de una simple casualidad o si existía una correlación entre las trampas que evitan que pasen los humanos y generan miedo por el monte y la caza mayor, ya que está claro que los animales huyen de las zonas en las que detectan una constante presencia humana. Precisamente, toda la investigación de la Guardia Civil se ha centrado en la relación entre las trampas y la caza mayor.
    los daños. El pasado 8 de diciembre, ciclistas encontraron cepos con clavos en un sendero de Jabalcuz. “Nos podíamos haber matado”, decía entonces Martín Aznar después de hallar una decena de tablas con pinchos ideadas para destrozar las ruedas de las bicicletas. Los ciclistas explicaban que estaban enterradas en el suelo del sendero. No fueron los únicos. El pasado 20 de enero, Víctor Araque, Alberto Parejo y Julio Rodríguez volvieron a encontrar estos cepos ocultos. Estaban en un camino de un paraje natural que se encuentra entre el Megatín y Jabalcuz. Alberto Parejo contaba entonces que iba corriendo y notó un pinchazo en la planta del pie. Fue atendido en el hospital, aunque la herida no necesitó sutura. Asimismo, el 9 de junio, deportistas del Club Emotion Hyundai se encontraron otra trampa de clavos en un sendero cercano a El Neveral.
    Enrique Alonso / Jaén