La DGT, Tom Hanks y Julia Roberts
Desde Jaén. Venían tan alegres y despreocupados Tom Hanks y Julia Roberts en su moto, él conduciendo, ella de paquete, en el cartel de la película Larry Crowne. Su comedia romántica había partido de Hollywood y había atravesado muchos países sin problemas. Pero no se dieron cuenta de que entraban en el reino políticamente correcto de España, donde el Estado vela por la vida sana de los ciudadanos y combate cualquier mala influencia que pueda ponerles en riesgo. Y, claro, les han multado. ¿Cómo se atreven a ir en moto y sin casco en el cartel que anuncia la película? Así que la Dirección General de Tráfico ha puesto una multa de 30.000 euros a Tripictures, distribuidora en España de la película.
Cabría alegar que el cartel hace publicidad de la película, no de un vehículo a motor, que es a lo que se refiere la Ley de Tráfico. Incluso, a juzgar por el trailer, en la película Tom y Julia aparecen con casco cuando van en la moto. Pero los censores de la Dirección General de Tráfico no están dispuestos a que se les escape un cartel que puede confundir las mentes inmaduras y contradecir sus campañas oficiales.
Pero no siempre la DGT ha sido tan estricta en su vigilancia publicitaria. En octubre de 2004, con la misma legislación actual y bajo un gobierno de Rodríguez Zapatero, se estrenó “Diarios de motocicleta”, película de Walter Salles, que relata el viaje en moto por Sudamérica de Ernesto Che Guevara y su amigo Alberto Granado. En el cartel publicitario se ve a ambos en la moto, y el de atrás no solo está sin casco sino que además va haciendo equilibrios. No hay noticias de que el cartel fuera multado. ¿Cómo multar al Che Guevara, icono izquierdista? Las multas se reservan para las irresponsables películas de Hollywood. O quizá es que el nivel de intolerancia políticamente correcta ha ido a más.
Si el Estado niñera sigue con su manía protectora en las imágenes publicitarias, ya puede echarse a temblar el cine. El Ministerio de Sanidad prohibirá los carteles con fumadores o bebedores, al estilo Humphrey Bogart, Marlene Dietrich o Monsieur Hulot; la Dirección de Tráfico vetará las persecuciones de coches; la secretaría de Igualdad vigilará para que aparezcan tanto un hombre como una mujer; y el Ministerio de Educación no permitirá que se vea a niño gordito comiendo un bollo en el patio escolar. Estas nuevas “ligas de decencia” atrincheradas en los Ministerios no tienen nada que envidiar a las de antaño, aunque les preocupen otros peligros. Antes, al menos, lo que se consideraba más crudo se reservaba para mayores de 18 años. Ahora se trata a todos como menores de edad.
Antonio Gaisse