La Dama ibera anunciará en Castellar su rico pasado pre romano

Ignacio Frías /Jaén
El Museo del Exvoto Ibero de Castellar contará, a partir del sábado 27 de noviembre, con un nuevo aliado, la escultura de la Dama ibera que se erigirá en la Plaza de la Constitución, obra de Constantino Unghetti, hijo predilecto de esta villa de la comarca jiennense de El Condado.

    24 nov 2010 / 12:13 H.


    El Ayuntamiento de Castellar encargó, hace nueve años, al escultor e hijo predilecto del municipio Constantino Unghetti una escultura del exvoto más representativo de los hallados en la Cueva de la Lobera, la Dama ibera. Esta escultura o monumento, que se exhibirá en pleno centro del pueblo, será santo y seña y reclamo del Museo del Exvoto Interactivo inaugurado el pasado mes de julio, y del Centro de Interpretación del santuario ibérico. Al acto acudirá la escultora Paz Unghetti, en representación de su padre Constantino Unghetti, quien colaboró con él en la realización de la escultura.
    “Esta no es una imagen especialmente creativa de las que habitualmente hace mi padre, porque es un exvoto y pensamos en hacer una obra que recordase la Cueva de la Lobera”, comenta Paz Unghetti. Explica que ella fue quien modeló la escultura en plastilina y luego la realizó su padre. Posteriormente, el taller Mester Artist de Mollina (Málaga) la hizo en polispán, en lugar de barro, y se llevó a una fundición de Granada para sacarla en bronce. “La escultura tiene una pátina que imita el bronce antiguo y que se conoce como verde pompeyano”, precisa Paz Unghe-tti. La escultura se encuentra colocada, desde el 17 de noviembre, en la Plaza de la Constitución, pendiente de su inauguración.

    Una aristócrata y gran sacerdotisa
    La escultura Dama ibera de Castellar representa el exvoto de ese nombre que fue hallado, a comienzos de los años 70, por el arqueólogo francés Gerard Nicolini, en el santuario de la Cueva de la Lobera de Castellar, y se exhibe en el Museo Arqueológico de Cataluña, en Barcelona. Esta “dama”, de apenas 7,6 centímetros de altura, fue realizada por los iberos, entre el siglo IV y II antes de Cristo, en bronce con la técnica de la cera perdida. Representa a una aristócrata ibera con la cabeza cubierta por una cofia, vestida con una túnica larga. Es una figura muy esquemática, adornada con joyas. Tiene a ambos lados de la cara una rodela, a la altura de las orejas, que son una especie de estuches para recoger el pelo trenzado. Los collares y colgantes en forma de estuches representan a una aristócrata sacerdotisa. La maqueta a escala de la escultura (en la imagen) fue realizada por Paz Unghetti, hija del escultor, quien colaboró activamente con su padre en la realización de la obra.