La cruzada del Papa Benedicto XVI contra la pederastia

Fran Otero /Madrid
El sacerdote y periodista jiennense Juan Rubio presentó el pasado martes en Madrid su último trabajo Tolerancia Cero. La cruzada de Benedicto XVI contra la pederastia en la Iglesia (Desclee de Brouwer). En él aborda los delitos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y religiosos de todo el mundo.

    28 oct 2010 / 09:47 H.


    El libro de Juan Rubio es el primer texto sobre esta cuestión publicado en español y en España. Su presentación contó con la asistencia de una veintena de periodistas de información religiosa de los diversos medios de comunicación de Madrid.
    Juan Rubio analiza, además de casos concretos y paradigmáticos, el sufrimiento de las víctimas, los silencios de algunos miembros de la jerarquía o las medidas tomadas en los últimos tiempos de la mano de Benedicto XVI, que trabaja esta cuestión desde que presidía la Congregación para la Doctrina de la Fe. Tras este recorrido básicamente documental, el también director de la revista de información religiosa “Vida Nueva” concluye, según explicó en su intervención, que, al contrario de lo que sostienen algunos sectores, “el Papa no es el problema para este pecado y delito, sino el principio de la solución”.
    Esta es la idea que recorre el libro y, por ello, valora “el esfuerzo ímprobo” de Benedicto XVI y citó algunos ejemplos como las peticiones de perdón o la reuniones con las víctimas. También su conversión: “El Papa se ha convertido en este tema”.
    Para Juan Rubio, los principales errores cometidos por la Iglesia han sido el silencio y no haber cumplido con la legislación prevista ante casos de abusos, algo que ha cambiado gracias, sobre todo, al “techo de cristal de las sociedades anglosajonas, que hace que todo salga a la luz”. En cualquier caso, no considera que exista “una cruzada organizada contra el Papa” capitaneada por algunos medios de comunicación.
    Eso sí, el autor apuesta por que la Iglesia y sus instituciones se preparen cada vez mejor para afrontar desde el punto de vista de la comunicación situaciones de crisis como ésta, aunque advirtió que algunas congregaciones que han sufrido casos ya lo han hecho.
    Al margen del contenido, el escritor confesó que el libro está hecho “con mucho cariño hacia el Papa” y con la convicción de que era necesario aclarar “la confusión” generada en torno a estas cuestiones. Así lo muestra en el prólogo del libro, expresado a través de un grupo de amigos: “Quisiera contarles a mis amigos de tertulia las cosas como han sido, con relato y argumento; con documentos y declaraciones. Quizá no los convenza pero, por lo menos, les das la posibilidad de que escuchen y razonen”.

    Una herida abierta en la Iglesia
    Los delitos de abusos   sexuales a menores por parte de clérigos en distintos países del mundo, la herida abierta en la Iglesia por los pecados de estos hermanos, el sufrimiento de las víctimas acosadas, los silencios irresponsables de algunos superiores jerárquicos, imbuidos por una vieja cultura del silencio y las medidas que se vienen adoptando para que brille la verdad y la justicia son los temas que aborda este libro. Hace un recorrido por el papel importante que tiene Benedicto XVI, primero como responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe y, posteriormente, como pontífice, para ayudar a sanar la herida abierta, recuperar la credibilidad del ministerio consagrado e impulsar una auténtica renovación del sacerdocio.