'La cornada es parte del toreo'

Enrique Alonso /Jaén
David Galván se recupera de la cornada que sufrió el sábado en el coso de La Alameda. Los médicos están contentos con la evolución de su brazo derecho, que quedó destrozado después de que le entrara el pitón cuando esperaba al toro a porta gayola. Ahora todo se centra en que no queden secuelas.

    23 oct 2013 / 10:37 H.

    Sorprende ver a un hombre de 21 años inerte colgado de un pitón el sábado por la noche y que 56 horas después esté en pie en la habitación haciendo bromas y pensando cuándo podrá vestirse, otra vez, de torero. Así es la recuperación de David Galván en la Clínica Cristo Rey de Jaén. El reloj marcaba las ocho de la tarde cuando iba a salir el sexto toro al coso de La Alameda. El diestro cogió su capote y se fue a esperar al astado a la puerta de toriles. La plaza enmudeció. Salió el morlaco con la divisa de Luis Algarra, se le vino encima y lo cogió del brazo derecho.
    Lo tuvo colgado del cuerno muchísimo tiempo mientras que la plaza se horrorizaba. Cayó inconsciente y entró en la enfermería. Allí lo esperaba el equipo médico de Rafael Fuentes Martos, que forma este cirujano con Antonio Albert Vila —también cirujano—, Juan María García Ortiz —anestesista—, Antonio Esqueta —traumatólogo—, Manuel Sánchez —cirujano vascular— y Juana de Dios —enfermera—. Lo operaron, le reconstruyeron el brazo y lo enviaron a la clínica con pronóstico muy grave.
    Al día siguiente, los médicos comentaban en el callejón de la plaza de toros que si el toro lo hubiera cogido del pecho en vez de del brazo o si cuando lo tuvo colgado del pitón hubiera topado contra las tablas, probablemente, habría muerto. Por fortuna, no pasó. A David Galván se le ve muy recuperado en la habitación 319 de la Clínica Cristo Rey. “Estoy bien. Físicamente me encuentro dolorido y con molestias, pero a la par muy animado. Los médicos me dicen que la recuperación es muy satisfactoria”, cuenta el torero. Al igual que extraña la rápida recuperación, causa sorpresa ver que David Galván tiene en la habitación la edición de Diario JAEN del día siguiente de su gravísimo percance. Mira las fotografías con total naturalidad, pese a que muestran un enorme dramatismo. “Una cogida es una circunstancia que asumimos los toreros. Pasa porque tomas decisiones o iniciativas en momentos determinados que te pueden llevar a sufrir un percance. La cornada forma parte del toreo”, explica David Galván. Respecto a cómo ocurrió, el diestro casi lo tiene borrado de su mente: “No recuerdo bien el momento exacto ni cómo ocurrió. Son apuestas que haces en la plaza. Tiras la moneda y te puede salir cara o cruz. Nada más”, apunta para narrar su decisión de esperar al toro a porta gayola el pasado sábado en Jaén.
    agradecimiento. “Solo tengo palabras de elogio hacia los médicos. Han hecho un trabajo sensacional para atajar las consecuencias de la cogida y en la reconstrucción del brazo. Luego, en Cristo Rey me han dado un trato magnífico. Quiero agradecer lo bien que se han portado conmigo en Jaén y lo profesionales que son los facultativos que me han atendido”, manifiesta.
    Por el momento, no se pone fecha para volver a los ruedos: “Solo pienso en el día a día. Quiero recuperarme cuanto antes. Tengo compromisos en América, pero tengo la mente puesta en la recuperación”. Además, el sueño de ser figura del toreo sigue en su mente: “Después de una cogida, te reafirmas mucho más. Mi objetivo sigue intacto”, concluye. El cirujano Rafael Fuentes Martos le retiró el drenaje de la herida ayer por la mañana. Después David Galván partió hacia Cádiz. Allí lo atenderá el equipo de cirugía del Hospital de Algeciras, que supervisará su evolución. David Galván toreó esta temporada en Navas de San Juan, Baeza y Jaén. Tiene compromisos en América, pero dependerán de la recuperación. Con su vitalidad, seguro que pronto tiene la espada y la muleta en la mano.