La casta ante la adversidad

Bien arropado por cientos de vecinos de la comarca —cuatro autobuses y un buen número de turismos—, José Carlos Venegas vivió una tarde importante en Las Ventas, aunque la suerte no terminó de acompañar para conseguir el triunfo completo. El matador de Beas de Segura confirmó la alternativa en una corrida de Cuadri en la que compartía cartel con Javier Castaño e Iván García.
La ceremonia de confirmación de alternativa del segureño abrió la tarde, aunque él iba el tercero. Era un imponente ejemplar de 613 kilos, “Ribete”, al que, según Santiago Bustamante, aficionado de la comarca que se desplazó hasta la capital, consiguió darle unos buenos pases, que gustaron en esta vigesimocuarta de San Isidro. Tiene que darle mucho tiempo entre tandas y al exigirle por abajo protestaba el Cuadri. El cierre por el pitón derecho, pasándose al toro por la espalda, sorprendió al público. Pero no bastó. Y además  tuvo que pinchar dos veces para acabar la faena. Ovación tras aviso. Las Ventas, dice Bustamante, es una plaza muy exigente.  
Y silencio consiguió también Javier Castaño con el segundo de la tarde,Salero. Faena en el que el cambio de tercio del banderillero David Adalid fue muy aplaudido. El tercero Diseñador, con el que se estrenó Iván García, no mostró posibilidades para el lucimiento del espada. Le roba unos pases pero no había brillo, dice el portal Mundotoro. Una faena lenta y casi aburrida, añade Bustamante. Y, además, con peligro, cualquier intento de confiarse es sinónimo de riesgo máximo. Al final, más silencio.
El cuarto, con el que se recupera el orden de lidia convencional, lo brinda Castaño a Su Majestad el Rey. Pero no pudo tampoco hacer mucho y solo consiguió silencio. El quinto, para García, mostró nulas virtudes.  Lote imposible para García, que se justificó con dignidad, pero no pudo dar un pase realmente profundo. Iván García se va de Madrid sin haber podido pegar un pase, concluye Mundotoro.
Venegas cerró con Macetero. “Su segundo toro era algo más ligero de hechuras, con 589 kilos, y más dinámico y rápido”, cuenta Bustamante. “El toro no entraba en la suerte de varas y llegó a volcar al caballo en una de sus embestidas”, añade. El torero de Beas sacó raza y se lo llevó a los medios, el viento que se había levantado no se lo estaba poniendo fácil, pero consiguió sacarle unos pases bastante envalentonados, asegura el aficionado. “Está muy valiente el jiennense con un toro imposible que, además, acrecenta todos sus defectos por la falta de castigo previo”, dice Mundotoro. En una de las veces, lo cogió y lo lanzó, pero no lo llegó a herir. Al caer al suelo, su cuadrilla se lo llevó al callejón, pero rápidamente volvió para rematar. “La plaza le aplaudió su gran valentía”, destaca Bustamante. Al final, lo mató al tercer descabello. Y, otra vez, ovación.

02 jun 2014 / 22:00 H.