La caída de un enorme árbol rompe el muro de un colegio

Suceso espectacular. La inmensa mole de una conífera de la piscina pública destrozó el muro medianero entre el recinto y el colegio Alonso de Alcalá. La copa del árbol quedó sobre el depósito de gas del centro educativo. El percance, relacionado con el temporal de viento y lluvia, se desencadenó entre las nueve y media y las diez de la noche del sábado.

02 feb 2015 / 11:01 H.

No hubo que lamentar daños personales, aunque los desperfectos materiales sí son importantes. Los Bomberos accedieron al patio del Alonso de Alcalá y comprobaron las consecuencias del impacto en el depósito. Se dio aviso, de inmediato, a los responsables de la compañía, que se encargaron de cerrar las llaves de paso, y a responsables del colegio. Los aledaños del lugar en el que cayó el árbol, que resultó arrancado de raíz, quedaron precintados.
Ayer se trocearon el tronco y las ramas. Después del vallado de la zona, hoy comienzan las obras de reconstrucción. La idea es que el suministro de gas vuelva cuanto antes, para que los escolares no sufran los rigores del frío.
consecuencias. El temporal dejó rachas que, según el observatorio Meteoclimatic de Sergio Romero, llegaron a superar los cien kilómetros por hora. El vendaval causó algunos daños, llegó a mover contenedores de residuos y ocasionó la caída a la vía pú-    blica de varias tejas.
El mes de enero, después de los temporales de la segunda quincena, se cerró con buenos datos de precipitación, que rondaron los ochenta litros por metro cuadrado. Parte de ellos cayó en forma de nieve. El agua resulta beneficiosa para el campo, después de que diciembre fuera extremadamente seco, con poco más de diez milímetros de lluvia.
En cuanto a las previsiones para la presente semana, todo apunta a un regreso de las nevadas. De acuerdo con el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología, hay alta probabilidad de precipitaciones sólidas hoy, a partir de mediodía, mañana, el miércoles y el viernes. La cota de nieve  se desplomará hasta los trescientos metros, lo que garantiza que el blanco elemento visite cualquier punto del término municipal.