Juan Cano Bueso: 'Poderes ocultos quieren acabar con el Estado social de Derecho'
Rafael Abolafia / Jaén
El presidente del Consejo Consultivo afirma que nos gobiernan fuerzas no identificadas que no tienen control democrático alguno. Se muestra muy crítico con los recortes y hace una defensa a ultranza de lo público. —No puede ser más oportuno el tema elegido por el primero de los Cursos de Verano de la Universidad de Jaén, que trata sobre los problemas de las corporaciones locales. ¿Cuáles son esos problemas?
—Fundamentalmente, la falta de financiación para hacer frente a las competencias que tienen asumidas y a aquellas que ejercen pese a que no les corresponden. Los ayuntamientos y las diputaciones son las administraciones más cercanas al ciudadano y, por lo tanto, la primera a la que acuden cuando tienen algún problema. Pero, claro, necesitan fondos.
—Hace poco, ponía sobre la mesa la necesidad de replantear el papel de las diputaciones. ¿Por qué?
—Estas instituciones, que cuentan con casi dos siglos de historia, se pensaron para descentralizar el país y han jugado un papel fundamental y han ayudado a prestar servicios que los municipios más pequeños no pueden realizar. Es verdad que hay un debate abierto porque se han quedado con menos espacio con la actual estructura del Estado, en el que hay tres niveles de poder: ayuntamientos, autonomías y gobierno. Por eso, hablando en términos de eficiencia económica y desde la perspectiva de que vivimos una crisis, sería conveniente repensar la función de las diputaciones.
—¿Qué opina de la medida planteada por el Gobierno para reducir en un 30 por ciento el número de concejales?
—Esta cuestión se puede abordar desde dos perspectivas. La primera tiene que ver con criterios de sostenibilidad económica, es decir, la medida puede suponer un ahorro. Sin embargo, también conlleva una consideración de carácter democrático: los ciudadanos pierden representación directa y padecerán este recorte con más fuerza los partidos más pequeños. Por eso, creo que hay que aplicar equilibrio y ponderación para que no haya un recorte de la democracia.
—¿Sirven para algo los recortes del Gobierno en distintas materias como la educación o la sanidad?
—En mi opinión, supone un ataque frontal al Estado de Derecho y son consecuencia de los intereses de poderes ocultos, que están en lugares recónditos y que, como único objetivo, quieren desmontar el Estado social de Derecho tal y como lo conocemos actualmente. No hablamos ya de un adelgazamiento del sector público, sino de la supresión total y absoluta de todo lo público. Primero fue Aena, después será Renfe, a la que seguirán la sanidad y la educación. Se trata de decisiones políticas, no económicas, alentadas por instancias ocultas de poder, aquello que llaman “los mercados”.
—¿Y qué hay detrás de los mercados? ¿Qué esconden?
—Hay intereses privados que solo buscan conseguir un beneficio económico asumiendo servicios que, hasta ahora, prestaba el Estado social. Pretenden enriquecerse embistiendo y destruyendo las distintas economías nacionales.
—¿Y qué se puede hacer?
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