Joselito vuelve a reencontrarse como actor con el cine con un cameo en 'Torrente IV'
Ignacio Frías /Jaén
Lo suyo es un cameo, una pequeña aparición en Torrente IV, un papelito para dar vida al personaje de 'El Colibrí', un presidiario que hace de topo zapador y tiene excavado un túnel por el que pretende fugarse. El papel es breve y las frases a medida, escuetas, pero en su interpretación Joselito pone de manifiesto que está en su salsa.

Lo suyo es un cameo, una pequeña aparición en Torrente IV, un papelito para dar vida al personaje de 'El Colibrí', un presidiario que hace de topo zapador y tiene excavado un túnel por el que pretende fugarse. El papel es breve y las frases a medida, escuetas, pero en su interpretación Joselito pone de manifiesto que está en su salsa.
“Es un papel pequeño, pero esencial. Interpreto a “El Colibrí”, un personaje que también es clave en el cachondeo de la película. Es un papel muy bonito, a mí me pareció importante y me ha encantado hacerlo”, manifiesta el actor de Beas de Segura.
Joselito, José Jiménez Fernández, reconoce que el cine es su elemento natural. Posiblemente, el Pequeño Ruiseñor no hubiera levantado nunca el vuelo, de no haber sido a través de la gran pantalla, donde tuvo sus días de gloria, de 1956 a 1965, hasta unas cotas sin precedentes en el cine español, y también de declive y ocaso. Su última película como actor protagonista Prisionero en la ciudad, rodada en 1969, fue el punto final de su trayectoria.
Tuvieron que pasar 40 años, con un Joselito en el dique seco, hasta que, en 2009, el director novel Javier Ruiz Caldera, le ofreciese un papelito, otro cameo, en su ópera prima Spanish Movie, para interpretar el personaje de “El Jose”, él mismo. Y ahora, Santiago Segura ha hecho lo propio y Joselito a vuelto a ver un cielo que sabe esperar, abierto, más que nada porque hay gente del cine que lo recuerda y lo reclama. “Toda mi vida he hecho cine, y siempre he sido el gran protagonista”, apostilla el actor a Diario JAEN. Y añade: “Lo importante es que, tanto sea en Spanish Movie como en Torrente IV, se hayan acordado de mí y me hayan llamado, aunque sea para hacer un papel pequeño, porque eso lo considero un gran honor”.
Lo evidente es que Joselito tiene tablas suficientes como para responder a cualquier registro. El botón de muestra, sin ir más lejos, está en Torrente IV. Ya lo decía Gracián... Baltasar: “Lo bueno si breve, dos veces bueno”. El concepto conceptualizado. Un papelito efímero, pero cualquiera que haya visto la Crisis Letal torrentiana recordará perfectamente el personaje de “El Colibrí”, entrañable y fundamental, gracias, precisamente, al gran actor que lo interpreta. “Hoy estoy haciendo mucha televisión, cosas importantes, pero en la gran pantalla solo estos pequeños papeles. Ya se sabe que a otros actores los han rescatado, como es el caso de Tony Leblanc que los Torrentes lo “secuestraron”, pero ese no es mi caso, aunque el hecho de estar al lado de Tony Leblanc para mí ha sido un gran honor”, subraya Joselito.
proyectos. Hoy por hoy, Joselito no es persona de grandes proyectos, aunque se vuelca y disfruta con todo lo que hace. De hecho, está convencido de que aún no se ha hecho la película en la que deslumbre como el gran actor que es: “Yo ya estoy bastante mayor para hacer proyectos. Estoy haciendo mis programas y mis cosas de televisión. Esos son mis proyectos. Creo que aún no se ha hecho mi película. Está mi libro, La jaula del Ruiseñor, que podría llevarse al cine. Pero que se acuerden de mí y me den un papel en el cine, es algo precioso. Mientras eso ocurra, es suficiente”. Cuando se le recuerda que su paso, en 2008, por el programa televisivo La isla de los famosos, supuso para él un antes y un después y un redescubrimiento para el gran público, Joselito no duda en sentenciar: “Eso es absolutamente verdad”.
El Pequeño Ruiseñor de la voz privilegiada de otros tiempos nunca se olvidó de sus orígenes. Cuando puede, asegura, visita su pueblo, Beas de Segura: “Soy de Jaén, de Beas de Segura, donde me hicieron Hijo Predilecto. En mi caso sí soy profeta en mi pueblo. No he tenido que morirme para que luego me hagan los reconocimientos. Para mí es un gran honor ser de mi tierra, de Jaén. Aparte de eso, en Priego de Córdoba hace años que tengo una estatua. Me la hicieron en vida y son muy pocos los artistas españoles que la tienen en vida. Eso, para mí es un gran orgullo”.