José Sánchez del Moral: 'Los motes, al igual que pasa con los cortijos, se heredan'

Ignacio Frías /Jaén
El libro Los motes de Jaén ha sido editado por el Colegio Oficial de Enfermería y se presentará, a las siete de esta tarde, en su sede de la calle García Rebull de la capital, junto a la Universidad Popular Municipal. Una obra que consigue dibujar sonrisas e incluso hacer reír a carcajadas a cualquier lector que se adentre en sus páginas, pues en cualquiera de ellas se percibe un fino sentido del humor, que le imprime con maestría su autor.

    16 dic 2011 / 10:30 H.


    —¿Cómo le surgió la idea de recopilar los motes de la ciudadanía de Jaén?
    —Porque considero que es una parte sustancial de la antropología jiennense y vi que yo podía hacer algo para que no se perdiera algo tan nuestro como son los motes. Yo tenía mucho material recopilado y pensé que si no se publicaba se perdería y es algo que forma parte del patrimonio cultural, sociológico e inmaterial de los jiennenses.
    —¿Cómo realizó el trabajo de campo?
    —Empecé a hacerlo hace cinco años, pero yo ya tenía cientos y cientos de motes recopilados. Soy de Jaén y conozco a mucha gente por sus motes. En mi propia familia hay cuatro motes.
    —¿Cuáles son?
    —Sopas Claras, Canario, Planchao y Paquete.
    —Hay gente que no lleva bien lo del mote.
    —Si, siempre hay quien se rasga las vestiduras. 
    —¿Cuántos apodos ha conseguido recopilar?
    —Cuatro mil y pico.
    —¿Cómo ha estructurado su libro?
    —Por bloques temáticos. He hecho tres capítulos, uno de motes diversos, otro de los relacionados con la flora y la fauna y un tercero de motes escatológicos y sexuales, por ejemplo Cagancho, Chorrina, Chorrinón.Pensé que hacer una mera relación de motes podía resultar un tostón y lo he complementado con las tabernas y las calles que tienen motes. Hay tabernas famosas desde antiguo. Un ejemplo, es que Baltasar de Alcázar, el que escribió la Cena jocosa de Jaén, cita la taberna Alcocer. Y Miguel de Cervantes, en una de sus Novelas ejemplares menciona las tabernas de Jaén. También hago un apartado de los motes más célebres como Piturda, Foca El Maletero, Pepe El Largo o Polla gorda El Hornero o Luis Millones.
    —¿Es habitual que un mismo mote pase de generación en generación?
    —Sí, porque lo mismo que los cortijos se heredan, también se heredan los motes. La gente nos conocemos por los motes y cuando alguien pregunta ¿quién es ese? se le responde, por ejemplo, el nieto de Pitotieso.
    —Se corre el riesgo de que alguna persona cuyo mote aparezca en el libro pueda sentirse molesta.
    —El libro hace sociología de Jaén, creo que nadie debe enfadarse, sino todo lo contrario, sentirse orgulloso de formar parte de una gran familia de paisanos. Un caso curioso se dio cuando Francisco Rodríguez Caracuel era gobernador civil de Jaén, pidió al Inem un listado de los parados de Torredelcampo y le llegó una lista sólo con los motes.