José María Cabeza: 'Para la cultura japonesa el aceite de Jaén es fuente de salud y vida'
Diana Sánchez /Jaén
El jiennense es cónsul general honorario de Japón en Andalucía. Recientemente impartió una conferencia en Santander sobre Kyoto, en el ciclo “Ciudades con leyenda”, organizado por la Fundación Marcelino Botín.

El jiennense es cónsul general honorario de Japón en Andalucía. Recientemente impartió una conferencia en Santander sobre Kyoto, en el ciclo “Ciudades con leyenda”, organizado por la Fundación Marcelino Botín.
—¿Cuándo descubrió esta cultura?
—En junio de 1975 gané el Campeonato Provincial de Judo de Jaén. Entonces llevaba 6 años practicando éste noble arte japonés. En las clases nos explicaban la filosofía taoísta de Kano. “El árbol rígido se quiebra bajo el peso de la nieve, pero el árbol joven y dúctil cede un poco ante tan frío manto y luego recupera su forma habitual, como si nada”. Éste es el fundamento del Camino de la Flexibilidad (traducción de judo). Pensé que era una filosofía admirable para la vida y que merecería la pena investigarla.
—¿Están preparados los occidentales para comprender lo oriental?
—La cultura oriental es ya universal y comenzó a ser difundida y admirada por pensadores europeos como Leibniz, Voltaire o Montesquieu, por lo que no existen inconvenientes para comprenderla y apreciarla. La separación Europa-Asia es ficticia y políticamente interesada, como lo es la Europa-África. Ya es hora de que nos quitemos la venda, pues hay muchos países “europeos” de fuerte raíz asiática como Hungría, Bulgaria, Rumanía o incluso Turquía.
—¿Qué relación se encuentra con la cultura andaluza?
—Andalucía tiene un gran componente de naturaleza privilegiada y relaciones milenarias con el mundo agrícola, como Japón, donde el valor sagrado por excelencia es la reverencia por la Naturaleza. Por ello, los puntos de contacto vienen dados por el medio ambiente, la sostenibilidad y la expresión artística, especialmente la derivada del folclore vernáculo y el flamenco.
—¿Qué aportaría de la cultura japonesa a la española y viceversa?—Esa reverencia por lo natural que lleva a desarrollar una tecnología extrema, que, entre otras cosas, consiguió la superación de la lucha de clases y el pleno empleo, manteniendo el máximo respeto por los valores tradicionales y la eficacia total en el trabajo, la sanidad, la educación y la innovación. La cultura andaluza para Japón es muy sentida y auténtica y los productos de Jaén, sobre todo el aceite que es fuente de salud y de vida, son muy apreciados en Japón.
—En la Universidad de Huelva ya se puede estudiar japonés, ¿ve viable que también se pueda estudiar esta lengua en Jaén?
—En la medida en que las autoridades académicas lo decidan, no habrá inconveniente. Nuestro Consulado está dispuesto a colaborar en la selección del profesorado más adecuado y en su instalación.
—En su conferencia habló de un buen gobierno. ¿Cómo lo aplicaría en la política española?
—En el libro del filósofo taoísta Zhuangzi en el que aparece el personaje que cité de Wuxian Shao, se decía, desde hace 2.500 años, lo siguiente: Los antiguos dirigentes creían que el éxito del gobierno residía en el pueblo y el fracaso en ellos mismos. Por lo tanto, si una sola persona perdiese la vida eran capaces de aceptar su responsabilidad y retirarse. Ahora los dirigentes ocultan lo que debe hacerse y desprecian al pueblo llamándole ignorante cuando no les comprenden. Infligen dificultades a los ciudadanos y los denuncian cuando no pueden superarlas. Imponen cargas excesivas y castigan a aquellos que se rebelan; fuerzan a los ciudadanos a trabajar hasta la extenuación y si no pueden continuar son eliminados. Cuando la gente llega al límite de su capacidad y de sus fuerzas cae en el engaño. Si los dirigentes recurren a la hipocresía a diario, ¿cómo será que los funcionarios y el pueblo no se han de volver hipócritas?