Jornada de grandeza y de detalles

Los cortejos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y de María Santísima del Buen Remedio abrieron el Jueves Santo iliturgitano. El paso de misterio de la Sentencia, que salió desde la capilla del antiguo hospital, brilló con luz propia por su elegancia y vistosidad. Cientos de personas abarrotaban los aledaños del templo a la espera de la espectacular salida. Le seguía María Santísima del Buen Remedio, con su rostro empañado por las lágrimas, pero con una mirada llena de esperanza. Los tronos fueron portados por la cuadrilla de costaleros que imprimieron sentimiento y devoción en su caminar por las calles de Andújar. Este año, la hermandad estrenó un juego de pértigas y ropones.
Por la noche, la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y Nuestro Padre Jesús Caído sacó a la calle sus dos tallas, que salieron desde la iglesia de Santa María la Mayor, en la que aguardaban decenas de devotos. Los pasos estuvieron acompañados por un nutrido grupo de nazarenos. Emotiva fue la salida y la entrada de la hermandad en el templo, así como su transitar por las calles de mayor recogimiento, como Pintor Zabaleta, Guadalupe, Maestra y Carmen, y su tradicional parada en la residencia de San Juan de Dios. Entre las novedades destacó la incorporación para el paso de Nuestro Padre Jesús Caído de las imágenes de Simón el Cirineo y un soldado romano, obras del tallista cordobés Jorge Domínguez.
La espectacular jornada se completó con el desfile procesional de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en el 60 aniversario de la constitución de la hermandad, que salió desde la iglesia de San Miguel. El paso representa un momento pasionista de su camino hacia el Calvario con la cruz acuestas, por lo cual la imagen se encuentra caminando con gran dolor y recogimiento, con los brazos sujetando el madero de la cruz. Entre los estrenos destacaron el juego de potencias realizado por Manuel Valera y la restauración y nuevo bordado del nombre del Gran Poder y cuatro faroles de escolta, entre otros.