Javier Gómez resulta el mejor 'pintor rápido'

El pintor argentino residente en Zamora Javier Gómez Quintana se alzó con el primer premio, dotado con 2.500 euros, en el Concurso Nacional de Pintura Rápida Ciudad de La Carolina. Una sevillana, Rosa María de Trías Vargas, quedó segunda. Entre los carolinenses destacó José Miguel Jiménez Scheroff, que eligió la iglesia de Navas de Tolosa.

    11 sep 2011 / 10:18 H.

    Una vista de la céntrica calle Real tomada desde el Ayuntamiento, a la que dio un efecto de ojo de pez con la ayuda de su pincel, le mereció al argentino Javier gómez Quintana, afincado en Zamora, el primer puesto en el certamen más importante de pintura rápida de la capital de las Nuevas Poblaciones. Una mezcla de óleo y acrílico fue la técnica elegida por el artista, que es un veterano en el concurso: hace dos años también fue el mejor y el pasado, el segundo. 
    El segundo premio, dotado con 1.200 euros y que lleva el nombre del desaparecido concejal de Cultura e impulsor del certamen, Luis María Janer, recayó sobre la sevillana Rosa María de Trías Vargas, que plasmó una panorámica de la calle Jardines. El tercero, patrocinado por la Fundación Caja Rural de Jaén, viajó hasta Málaga a las manos de Salvador León, que se centró en la plaza de la ciudad con su céntrico quiosco.
    En el certamen, en el que participaron 56 artistas, se repartieron 8.400 euros en premios. Además del primero, Ciudad de la Carolina, hubo nueve más patrocinados por otras tantas firmas comerciales del municipio de no menos de quinientos euros cada uno de ellos. Precisamente esta cantidad recibió José Miguel Jiménez Scheroff, elegido mejor artista local durante el certamen, que eligió la iglesia de Navas de Tolosa como objeto de su pincel. 
    Artistas procedentes de diversas provincias españolas, como Madrid, Málaga, Granada, Zamora, Ciudad Real, Alicante o Valencia, entre otras, participaron en el encuentro, durante el que fueron retratados edificios históricos como el Palacio del Intendente Olavide, paisajes mineros o lugares tan representativos como las Torres de la Aduana en la Plaza de Las Delicias, así como diversas calles del centro urbano y del entorno. La policromía predominó en los lienzos de la mayoría de los participantes. Incluso se creó un par de obras “aéreas”. El desarrollo de la actividad artística fue seguido por un masivo público formado por personas de todas las edades, que se situaban cerca de los pintores y comparaban lo que se plasmaba con la realidad del entorno.
    Silverio Fernández / La Carolina