Inversores jiennenses se preparan para pelear contra Nueva Rumasa

Enrique Alonso/Jaén
José María Ruiz-Mateos aseguró que, si no pudiera pagar a sus inversores, se 'pegaría un tiro'. Sin embargo, muchos tienen dudas y se organizan en una plataforma que comienza a tomar medidas legales por si Nueva Rumasa, que ha iniciado el proceso concursal, cayera en suspensión de pagos.

    02 mar 2011 / 10:03 H.


    El bufete STM-Nummos —desde el despacho en Sotogrande de San Roque, en Cádiz— tiene en marcha las acciones legales para proteger los intereses de los inversores que apostaron por Nueva Rumasa. El abogado Antonio Canales está al frente de la iniciativa y asegura que cuenta con un equipo de treinta letrados expertos en derecho mercantil, penal y concursal. Además, está convencido de que hay jiennenses entre los perjudicados.
    “La fábrica de Jaén se usó como gancho comercial y hay inversores jiennenses afectados. Aún no puedo dar un número concreto, pero hubo personas de esta provincia que confiaron en un grupo poderoso e invirtieron”, dice Antonio Canales. De hecho, incluso se plantean un seminario —como el que celebrarán mañana en Jerez— para dar información a las personas que pudieran estar afectadas en la provincia.
    Los abogados indican que los inversores en Jaén tienen que dar el paso de organizarse para emprender medidas que les situara en una posición “ventajosa” en el caso de que Nueva Rumasa no pudiera hacer frente a los pagos comprometidos. Además, Antonio Canales recuerda que investigan por si el grupo de la familia Ruiz-Mateos hubiera desviado fondos a paraísos fiscales.
    fábrica de jaén. Precisamente, que la publicidad de Nueva Rumasa para vender los pagarés aludiera a la planta que construye en el Parque Empresarial Nuevo Jaén es un indicio que lleva a pensar que, entre los 5.000 inversores, haya un importante número de jiennenses. Respecto al futuro de la planta, estos juristas aseguran que dependerá de la etapa preconcursal. “Si Nueva Rumasa supera estos tres meses y salva la situación, no debe tener problemas. En cambio, si cae en concurso, los administradores quizá paren las obras por falta de liquidez o las terminen para venderlo luego. Será su decisión”, opina Antonio Canales.