Innovación y tradición andan de la mano tras los fogones
Ignacio Frías /Jaén
La creatividad en los restaurantes que luchan por conseguir o mantener un prestigio, agradar y sorprender al cliente, está a la orden del día. Así se pone de manifiesto en el VII Encuentro Internacional de la Cocina del Aceite de Oliva que se celebra en la Escuela de Hostelería La Laguna.
La creatividad, intuir el nacimiento de un nuevo plato, es algo que los chefs que están en el ajo viven permanentemente. Otra cosa diferente es darle el visto bueno a un plato nuevo para incluirlo en la carta. El proceso suele ser lento y lleva un tiempo.
La creatividad en los restaurantes que luchan por conseguir o mantener un prestigio, agradar y sorprender al cliente, está a la orden del día. Así se pone de manifiesto en el VII Encuentro Internacional de la Cocina del Aceite de Oliva que se celebra en la Escuela de Hostelería La Laguna.
La creatividad, intuir el nacimiento de un nuevo plato, es algo que los chefs que están en el ajo viven permanentemente. Otra cosa diferente es darle el visto bueno a un plato nuevo para incluirlo en la carta. El proceso suele ser lento y lleva un tiempo.
José Carlos García, jefe de cocina del restaurante Café de París, enclavado en la zona de La Malagueta malagueña y distinguido con una estrella Michelín, es un chef creativo y original. Sus platos propios compiten directamente con elixires, néctares y manjares del Olimpo, y nadan entre la delicatessen, el bocato papale y lo sencillamente delicioso. Comenta que la última palabra en un plato nuevo “siempre la tiene el cliente”. “Nosotros nos fijamos en lo que sale de la cocina y en lo que regresa y preguntamos al camarero, porque, en esto no tiene nada que ver que a nosotros sí nos guste, es el cliente quien tiene que apreciarlo”. José Carlos García presentó en las jornadas varios platos de creación propia. Uno de ellos, denominado Consomé de alcachofa montado con aceite de oliva y ravioli de vieira con patchoi, un tipo de col japonesa que se cultiva en Antequera. “Hemos querido transmitir que el aceite de oliva en crudo funciona con un montón de productos, entre ellos la vieira”.
Herminia. La segunda ponencia, con demostración gastronómica incluida, fue pronunciada, al alimón, por Herminia Fernández y Alberto Fernández, madre e hijo, propietarios y jefes de cocina del restaurante Casa Herminia de Cabra de Santo Cristo y del Centro de Congresos de la Institución Ferial de Jaén. Ambos hablaron del enorme potencial y proyección de futuro de la cocina tradicional. De hecho, sus restaurantes tienen una clientela fiel, en continuo aumento, que busca y disfruta con ese tipo de cocina. Su restaurante de Cabra de Santo Cristo, en los siete años que lleva de andadura, se ha convertido en una especie de foco de atracción turística, pues son muchos los visitantes que se acercan a la zona atraídos por sus fogones. Ese éxito animó a otros empresarios de la zona a montar nuevos restaurantes, cada uno en su estilo.
En el caso de Herminia, son platos típicos de la comarca de Sierra Mágina, a los que ellos le dan toques modernos y una presentación actualizada. “Nos hemos centrado —comenta Alberto Fernández— en recuperar la cocina tradicional y ponerla en la carta del restaurante”. Son platos basados en el aceite de oliva.
Herminia llevó a las jornadas cuatro platos: un timbal de ensalada de pimientos asados al horno de leña con un bacalao confitado en aceite de oliva y unos crujientes de cebolla; una tarrina de manitas de cerdo, con un fondo de garbanzos y una salsa de almendras; alcachofas confitadas en aceite de oliva con mollejas de cabrito, y unos andrajos a la vieja usanza con conejo.