¡Esos ojos, madre mía!
Miro tus ojos llenos de vida y me imagino los de cada uno de los nueve bebés muertos en una patera a las puertas del mundo rico que hace colas de días para conseguir un teléfono móvil. Sí, miro tus ojos y creo que se me nubla la vista de impotencia, de no poder hacer mucho más que clamar, al cielo y a los Gobiernos para que hagan algo, algo más de lo que hacen, que es mirar y lamentarse. Poco más hacemos, porque debes saber que serás repatriado por España a tu país de origen junto a tu madre y a los 33 supervivientes de la patera; escapaste por hambre y miedo de tu país de origen y quién sabe cuántas veces volverás a intentar conquistar el rico mundo.
Miro tus ojos llenos de vida y me imagino los de cada uno de los nueve bebés muertos en una patera a las puertas del mundo rico que hace colas de días para conseguir un teléfono móvil. Sí, miro tus ojos y creo que se me nubla la vista de impotencia, de no poder hacer mucho más que clamar, al cielo y a los Gobiernos para que hagan algo, algo más de lo que hacen, que es mirar y lamentarse. Poco más hacemos, porque debes saber que serás repatriado por España a tu país de origen junto a tu madre y a los 33 supervivientes de la patera; escapaste por hambre y miedo de tu país de origen y quién sabe cuántas veces volverás a intentar conquistar el rico mundo.De veras que somos legión los que nos bloqueamos con este tipo de cosas, con la muerte tan fácil cuando lo único que se quiere es la libertad de vivir, la dignidad de sobrevivir. Miro tus ojos llenos de asombro y no acierto a explicarme el porqué de este mundo, que está asustado porque nos dicen que lo peor está aún por llegar. Y, claro, no sabemos si lo peor es la avalancha de pateras y cayucos o que cada vez haya más muertos entre vosotros, los desheredados de la tierra, que vivís en África o en Latinoamérica Así las cosas, mejor no quejarse de lo nuestro, que no debe haber nada peor que jugarse la vida para comer, para comer y para vivir. Imagino lo que pensarán tus padres y tu familia y sus vecinos y los amigos de los vecinos cuando vean por la tele las ricuras del mundo en el que vivimos nosotros, los tocados por el ‘palito’ del destino. Y no me queda más remedio que aceptar y alabar que hagan lo que hacen para conquistarlo para ti y para sus hijos y para los hijos de sus hijos. Miro tus ojos llenos de esperanza y aún creo que hay una oportunidad para la vida. No está de moda pedir que la riqueza se redistribuya, tampoco nos sorprendemos porque no detengan a las mafias que llevan a la muerte a los nuevos esclavos de la civilización o que se mire inquisitoriamente a quien ayuda a los que vienen de fuera cuando aquí tenemos nuestros problemas (económicos, por vivir por encima de lo que podemos), pero también somos legión los que deseamos otro mundo y luchamos para construirlo. Es posible otro mundo, más justo, igualitario y próspero donde todo el mundo pueda comer, no lo duden, es cuestión de reinventarlo.
A media voz
¿Qué serán paraTelefónica 600.000 euros? Pues no se los paga aCofimán, aunque se los debe
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De todos es conocida la delicada situación económica de Cofimán, otrora empresa señera de Mancha Real, de Jaén y de Andalucía. Intervenida judicialmente, se ha desprendido de dos tercios de su personal en los últimos meses, la última vez en un Expediente de Regulación de empleo pactado con el comité de empresa. Pues bien, por si le faltaba poco para remontar el vuelo informático, ahora tiene a Telefónica como deudor: 600.000 euros que se niega a pagar. ¡Que pague ya!
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En Andújar, donde de nuevo se oye el run, run de la moción de censura, a alguien no le sentó bien que el PSOE reeditara el triunfo y a huevazos que se lió
La perla de la semana
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