Historia hablada de la alfarería

Laura Martínez /Úbeda
La vida de Pablo Martínez Padilla, cómo se convirtió en el famoso alfarero “Tito” o el nacimiento de la estirpe de alfareros que continúa su labor. Estos y otros pedazos de la historia local se conservan vivos gracias a la digitalización de la biografía oral del artista.

    05 ene 2010 / 11:47 H.

    Con motivo del centenario del nacimiento de Pablo Martínez Padilla “Tito”, maestro de alfareros y uno de los personajes más destacados del siglo XX en la ciudad, el área de Museografía de Alfarería Tito digitalizó la biografía que el artesano narró en primera persona. El documento fue grabado por su nieto y ahora responsable de la firma, Juan Pablo Martínez, Premio Nacional de Artesanía en 2006. Se trata de un legado de audiciones que recogen en más de veinte horas de vivencias y experiencias personales y profesionales, inmortalizadas en 1986. De esta forma, según señaló Juan Pablo Martínez, se da, en sus palabras, “un emotivo repaso a las formas de vida y de trabajo de nuestros antepasados”. También, a su juicio, se conserva “una valiosa fuente de información para investigadores en el campo de la artesanía y de la antropología”. Las grabaciones fueron realizadas hace 24 años, con un magnetofón, y ante el riesgo de deterioro del material y su posible pérdida, a comienzos de 2009, Alfarería Tito comenzó el proceso de digitalización, realizado en Madrid por un grupo de especialistas, coordinados por el también nieto de Pablo Martínez Padilla, Tito Martínez. Desde su infancia y hasta su vejez, Pablo Martínez Padilla conocido como Tito desde siempre, desempeñó todas las tareas del oficio de alfarero, mientras transcurrió su vida por las casas de la calle Valencia en el barrio alfarero de Úbeda. De esta manera quiso patentarlo en sus memorias sonoras, imágenes que quedaron en su mente y que ahora desvela como fotografías: el duro trabajo en las canteras con el transporte de la arcilla, el aprendizaje en la elaboración de las piezas, la gestión de un taller propio, la transmisión del oficio a sus hijos y nietos o la representación honorífica de la firma creada por su hijo Juan.

    Fue además un hombre que no dudó en defender hasta su muerte la dignificación del oficio artesano y del sector en general, castigado e infravalorado. La sociedad y el mundo de la cultura quiso reconocer su labor en varias ocasiones. En el año 1986, se le otorgó la Medalla de Plata de Andalucía por “la extraordinaria labor realizada a lo largo de su vida en pro de la alfarería andaluza”, una distinción que le fue concedida por la Junta. Para Juan Pablo Martínez “Tito”, la restauración de este legado oral “es un paso más en la recuperación y musealización de la cultura alfarera, en lo que trabajamos desde hace más de tres décadas”. En estos trabajos de, como recuerda Juan Pablo Martínez “Tito”, se incluye también “la adquisición y reproducción de piezas extinguidas, como la paridera o el chupacharcos, la catalogación y exposición de estas piezas o el fomento de estudios e investigaciones, en defensa del patrimonio alfarero”.