Héroes de papel

Juan José Godoy Espinosa desde Jaén. Hoy voy a hablar de un héroe español, de estos que su historia es poco menos que políticamente incorrecta. Un héroe que gritaba ¡Santiago y cierra España! y repartía tajos y mandobles a diestras y siniestras a los enemigos de la cristiandad.

    28 dic 2011 / 15:59 H.

     Este capitán que llevaba en el pecho la bandera “catalanoaragonesa”, y algún político reciente sugirió que tal vez el tercer cuartel del escudo, el cual contiene cuatro cabezas decapitadas de moros, podía importunar a la comunidad islámica, recordando la conquista de Huesca por el rey Pedro I de Aragón en 1096. Y, seguramente, si este viviese (no vive gracias a Dios) no serían 4, sino 4000. Este hombre que hablaba el catalán, y si no me equivoco, según “nazionalismos”, el rey Ramón Berenguer IV estaba casado con la hija del conde de Aragón, una tal Petronila. (O era al revés, no sé, no me acuerdo). Un caballero español de los que hoy está prohibido hablar en los países “neohippies” y sin fronteras como es el nuestro. Un hombre castizo, valiente y sin complejos en decir lo que pensaba y que guerreaba contra vikingos noruegos, los chinos continentales, los indígenas americanos e incluso entre los propios españoles (eso hoy sería violencia étnica y xenofobia). Pues eso, ahora su historia está relegada a una caja cubierta de polvo, en el rincón del desván de una casa y que nadie se atreve a enseñar, puesto que los gobiernos nos enseñan a respirar racismo con su psicología inversa, cosa que antes no sucedía. Mi madre me compraba botes del Cola-Cao y yo veía al negrito del África tropical como una cosa normal. Hoy no se te ocurra ponerlo que es racismo, es mejor poner un conejo en la etiqueta. No teníamos inmigrantes, eran nuestros padres los que tenían que emigrar y sin aprovecharse de nadie ni de pedir subvenciones. Actualmente los chavales ya no crecen en la calle jugando con cosas elementales y leyendo las historias de ese Capitán,  hoy crecen con Twitter, con la Play Station, alienados sin saber lo que es pegarse un resfriado. Antes, las niñas querían ser princesas, y si alguna estaba excesivamente delgada, no era por moda, sino porque el sueldo de su padre no daba para alimentar debidamente a la prole que tenía en casa. En la actualidad es mejor olvidarse de nuestra historia, de nuestros hombres de armas y de letras, como Garcilaso de la Vega, Miguel de Cervantes, Baltasar del Alcázar, etcétera, de todos nuestros héroes, (aunque sean de papel) es mejor desinformar y no sacar esa caja cubierta de polvo, abrirla y desenterrar las historias de ese Capitán, que como buen español hoy seguiría repartiendo tajos y mandobles y que no permitiría ciertas barbaridades y libertinajes que se cometen. Ah, ¿que de qué Capitán hablo? del Capitán Trueno, de quién si no.