Hermoso, por la puerta grande

Enrique Alonso /Linares
Pablo Hermoso de Mendoza cuajó sus dos toros y salió por la puerta grande de Santa Margarita en la cuarta y última corrida de la feria, que estuvo muy entretenida. En el primero de su lote ya pudo lograr algún trofeo, pero erró con los aceros. El rejoneador navarro sobrecogió al público después de que su caballo Curro fuera cogido en el primer tercio.

    01 sep 2011 / 11:00 H.

     Se llevó un fuerte golpe, aunque no llegó a derribarlo. Comenzó el tercio de banderillas a lomos de Chenel, que no paró de quebrar al astado, al que dio todas las ventajas en un terreno próximo a las tablas. Pablo Hermoso y Chenel calentaron los tendidos para que, después, el rejoneador, a lomos de Ícaro, mirara al toro cara a cara en una lidia templada y valiente. Acabó con banderillas cortas subido en Pirata, pero falló con el rejón de muerte y perdió los trofeos. La puerta grande la logró en el quinto. Colocó dos rejones de castigo subido en el caballo Saramago, que tuvo que tirar de velocidad ante un toro que sacó muchos pies. La faena la sustentó en Manolete. El equino fue siempre muy vertical a la cara del astado para que el rejoneador clavara en todo lo alto. Además, quebrando por los adentros. Cuando sacó a Dalí, los tendidos vibraron. El animal se daba la vuelta justo en los pitones del toro dentro de una lidia muy estética. Esta vez, no falló con el rejón de muerte y cortó dos orejas.
    Diego Ventura no se quedó atrás en emoción, pero sí que se marchó solo con un trofeo porque no acertó con los aceros. En el tercero de la tarde, arrimó a su caballo Maletilla a los pitones del toro. Dejó un rejón de castigo. Después, sacó a Nazarí para aprovechar la querencia a tablas. El equino pasaba a escasos centímetros del morlaco. Diego Ventura le daba muchas facilidades porque sabía que si el toro no entendía que tenía opciones de prender se iba a rajar pronto. Con Sueste buscó la cercanía y quebró delante de la cara del animal. Por último, montó a Califa para clavar banderillas cortas y dejar un pinchazo antes de un certero rejón de muerte. Cortó una oreja.
    La faena al sexto también fue vibrante. Fue, otra vez, de distancias apretadas. Diego Ventura montó a Demonio y dejó dos rejones de castigo. Luego, movió al caballo Wellington para adelante y para atrás para animar la embestida. La emoción surgió con el equino Morante, que dio el pecho, se mostró muy torero e, incluso, se atrevía a morder al equino, lo que se traduce en valor por la capacidad del equino de mirar cara a cara a un toro y retarlo para que pelee. Falló con los aceros y perdió la puerta grande.
    El mejor Fermín Bohórquez de las últimas ferias de San Agustín se vio ayer en Linares, pese a que se fue de vacío porque en ninguno de los dos toros ejecutó bien la suerte suprema. Al primero le dejó un rejón de castigo en una faena de distancias ante un animal complicado que esperaba mucho. Gustó con las banderillas, pero manejó mal los aceros. La faena al cuarto se pareció mucho a la del primero. Fue tan similar que también perdió los trofeos con el rejón de muerte.

    PLAZA DE TOROS DE LINARES
    Ganado: Se lidiaron cinco toros de María Guiomar Cortes de Moura y uno más de Pallares (en sexto lugar). Estuvieron bien presentados y mostraron sus astas reglamentariamente despuntadas. Contaron con movilidad para facilitar el espectáculo, aunque los tres primeros se rajaron al final.
    Rejoneadores: Fermín Bohórquez, ovación y silencio.
    Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y dos orejas.
    Diego Ventura, oreja y ovación.
    Incidencias: Cuarta y última corrida de abono de la Feria de Linares. Hubo casi tres cuartos de entrada en una tarde-noche nublada.