Hambre en el Sahel
Que la vida no es fácil, en los países del Sahel, es algo notorio. Pero, que esa dureza fluctúa en torno a las dos cosechas principales del año, no es algo tan conocido.
El período “inter-cosechas” es conocido como “hunger gap”, una “brecha del hambre”, muy delicada, que expone a muchas familias a una carestía de reservas que no pueden suplir en el mercado, ya que los precios se disparan. Esta situación obliga a un único sustento nutricional basado en cereales como el trigo o el mijo que, si bien, calman el hambre, no permiten, por si solos, el normal desarrollo, en especial, de los niños menores de 5 años.
El escenario de Sudán del Sur parece especialmente delicado, debido a la inestabilidad de sus fronteras y la existencia de un conflicto bélico que está provocando el desplazamiento de 1,4 millones de refugiados, impidiendo que las cosechas puedan ser recogidas o plantadas. La actual situación, según la ONU, es de hambre severa pero, todas las ONGs que trabajan sobre el terreno, consideran como muy probable la declaración de hambruna, una macabra palabra que marca el top en la clasificación de alertas alimentarias de la ONU.
En el caso concreto de Sudán del Sur podría suponer que más de 50.000 niños menores de 5 años puedan morir antes de fin de año. Las hambrunas en África no nos son ajenas, por desgracia, parecemos insensibilizados y necesitamos que la dosis de espanto vaya en aumento para despertar. Por suerte hay personas que se muestran inmunes a esta vacuna y no paran de poner lo mejor de sí mismas para luchar contra este sinsentido. Un esfuerzo que parece haberse materializado en un pequeño sobre que está revolucionando la forma de enfrentarse a estas crisis. Se trata de una papilla a base de crema de cacahuete altamente energética que suple todas las carencias de un niño en pleno crecimiento. No necesita agua, ni leche y se puede conservar durante mucho tiempo permitiendo que los pequeños sean tratados en casa y no colapsen los escasos centros médicos. 2,4 millones de niños fueron atendidos el pasado año mostrando que la industria alimentaria no solo utiliza su ciencia para obtener mayonesas light.