Hallan un cadáver indocumentado en un descampado del Bulevar

El macabro hallazgo se produjo alrededor de las nueve de la noche. Dos niñas que paseaban por la calle País Vasco entraron en el descampado, una parcela de olivar encajonada entre varios bloques de pisos. Las menores contaron a los investigadores que habían quedado allí con una amiga. Apenas anduvieron veinte metros cuando se toparon con el cadáver, un hombre, al parecer de raza negra o árabe. Minutos después, varias patrullas de la Policía Nacional se desplazaron a la zona y la acordonaron.
El cuerpo estaba debajo de un olivo, tumbado sobre una sábana en posición lateral, según confirman fuentes de la Comisaría. Aparentemente, no presentaba signos externos de violencia. No tenía heridas ni habías restos de sangre en la zona. Tampoco se hallaron señales de violencia. Eso sí, el cadáver estaba en un avanzado estado de descomposición. De hecho, los agentes tuvieron que trabajar con máscaras.
Agentes de la Policía Científica analizaron el cadáver, mientras que la Policía Judicial se hizo cargo de las investigaciones. El primer paso será determinar la identidad de la víctima. En principio, lo único que se sabe es que es un varón de unos 30 a 40 años de piel oscura. Poco más. El avanzado estado de descomposición del cadáver y el hecho de que no llevara documentación encima dificultan las labores de identificación. Las huellas dactilares de la víctima serán fundamentales en esa investigación, según explican las mismas fuentes.
El cadáver fue levantado alrededor de las diez de la noche en medio de una gran expectación vecinal. Los operarios de la funeraria trasladaron el féretro al Instituto Anatómico Forense de Jaén, donde hoy se le realizará la autopsia. Las primeras hipótesis apuntan a que el hombre murió por causas naturales. No obstante, serán los forenses los que determinen los motivos exactos del fallecimiento.
Quejas vecinales. En el lugar de los hechos, medio centenar de vecinos de la zona contemplaba la escena. Muchos aprovecharon la presencia policial para quejarse de la inseguridad de la zona: “Aquí (en referencia al descampado) hay mucho peligro. Vienen yonquis a meterse su dosis y gente a vender droga. Muchas veces no queremos ni pasar por la calle por miedo a que nos hagan algo”, lamentó uno de ellos.