Hablan sus compañeras: "Nancy era bella persona. Es un palo duro"
La Policía Nacional mantiene abierta la investigación para esclarecer la muerte de Nancy Beatriz, una joven paraguaya que apareció muerta en su habitación de un piso del Gran Eje con tan solo 22 años. Sus compañeras están “rotas” por el dolor y tienen claro que falleció por causas naturales.

“Era bella persona y muy sana. No queremos que se piense otra cosa de ella, porque no es verdad. No tenía vicios. Aquí, muchas de nosotras trabajamos para nuestra familia”. Así de rotundas son las amigas de Nancy Beatriz, que apareció muerta en su cama del número 12 de la Avenida de Andalucía de Jaén durante la mañana del sábado. Vivía en un piso en el que se alquilan habitaciones y donde, tal y como constató la Policía Nacional, se ejercía la prostitución.
No es el único inmueble en el que pasa esto en la capital y en la provincia. De hecho, otras mujeres que residen en este tipo de viviendas la conocían bien y, ahora, se muestran consternadas con la noticia. “Aquella noche, Nancy Beatriz no salió del piso. Estuvo viendo televisión”, explica una de sus amigas —ninguna de ellas quiere que su nombre aparezca en la información—. Luego, según su relato, tomaron algo. Afirma que bebieron unas cervezas, aunque nunca se llegó a traspasar la barrera que lleva al estado de embriaguez. “Cuando se fue a acostar, le empezó a salir sangre de la nariz. Le pasaba a veces y nos tenía preocupadas. En ocasiones le dije que fuera a su médico, pero ella me respondía que le pasaba desde hacía tiempo. Se lo achacaba al calor”, cuenta.
Por la mañana, sus compañeras de piso llamaron al teléfono de emergencias. Nancy Beatriz estaba muerta en su casa con tan solo 22 años. “Era una persona muy bella. Llegó a uno de estos pisos recomendada por una amiga. Nunca dio un problema. Era sana y no tenía vicios”, aclara otra de sus compañeras. Asimismo, sus amigas se muestran molestas por las críticas de los vecinos a raíz del hecho luctuoso. “Jamás se ha dado un problema en el bloque. Las chicas son muy respetuosas. Incluso, algunas de las que viven en estos inmuebles compaginan su actividad con los estudios”, recalca.
“La gente, por desgracia, se muere. Para que te pase solo hay que estar vivo. Para nosotras, la muerte de Nancy Beatriz ha sido un palo muy duro. La vamos a echar mucho de menos”, explican algunas de sus amigas. De hecho, cuentan que su hermano y una de sus primas han viajado desde Paraguay hasta Jaén para sumarse al dolor y realizar los trámites administrativos después del fallecimiento, vinculados con la posible repatriación del cuerpo a su país de origen.
su vida. Nancy Beatriz llevaba tiempo en Jaén. De hecho, muchas de las chicas que viven en estos inmuebles la conocían. Algunos de los pisos están arrendados por la misma persona, que, a la vez, alquila las habitaciones a las jóvenes. No responden a la pregunta de cuántos meses llevaba en España, tal vez por temor a que sus palabras escritas en el periódico pudieran ocasionar problemas vinculados con los permisos de residencia. “Nunca se lo preguntamos”, manifiestan. Enrique Alonso / Jaén Más información, hoy en la edición impresa de Diario JAEN