Gestos solidarios que deben dar ejemplo en tiempos difíciles

Que la iniciativa privada llega a rincones que la Administración no abarca es una evidencia, pero en ocasiones se conocen gestos especialmente generosos que sorprenden a la sociedad. Es el caso del empresario Amancio Ortega, que acaba de donar veinte millones de euros a Cáritas Española y que se destinarán a cubrir necesidades básicas de familias hasta el año 2013.

    29 oct 2012 / 17:32 H.

    Un donativo que no tiene precedentes en la historia de esta institución de la Iglesia y que representa casi la totalidad de fondos que recibió del conjunto de las empresas el año pasado, ejercicio en el que contó con 24,5 millones de euros. Coincide en el tiempo con la presentación, la semana pasada, de la Memoria de 2011 de esta entidad, en la que destaca el incremento de las personas atendidas con relación al año anterior, 1,8 millones, o lo que es lo mismo, 200.000 más que en 2010. Se da la circunstancia de que la mayoría de los recursos con los que cuenta, más del 60 por ciento, llega de donativos privados, un porcentaje que llegó a los 166,2 millones  de un total de 250,7. La complicada coyuntura económica actual ha colocado a numerosas familias en situaciones desesperadas que a menudo solo este tipo de instituciones o colectivos sociales puede paliar de alguna manera. Instituciones en las que cada aportación, de la más baja a la más cuantiosa, además del trabajo altruista de voluntarios, hace posible una labor que si siempre ha sido necesaria, ahora resulta imprescindible.
    El gesto del empresario no solo no pierde peso por el hecho de ser el quinto hombre más rico del mundo —según la lista Forbes—, al contrario, además debe servir de espejo para que otros magnates, ricos pero a otros niveles, sigan  el ejemplo en una época en la que la solidaridad es principal herramienta para paliar injusticias sangrantes de las que nadie está a salvo.