Foro del aceite.- 'El futuro del sector está en el buen aceite y en demostrar sus bondades'

José Rodríguez Cámara /Jaén
Diario JAEN reunió en la quinta y última entrega de su Foro del Aceite a emprendedores que dan un valor añadido al “oro líquido” de la provincia. Desde su experiencia en una empresa cosmética, al frente de una farmacéutica que cura con el virgen extra, con la producción de pellet o el zumo ecológico, aportan su visión.

José Rodríguez Cámara /Jaén
Diario JAEN reunió en la quinta y última entrega de su Foro del Aceite a emprendedores que dan un valor añadido al “oro líquido” de la provincia. Desde su experiencia en una empresa cosmética, al frente de una farmacéutica que cura con el virgen extra, con la producción de pellet o el zumo ecológico, aportan su visión.
Son aceiteros, pero no al uso, aprovechan el monocultivo para crear productos con un valor añadido, innovadores. Manuela Herrera, una de las socias de Olea Cosmética, de Pegalajar, sorprendió hace 11 años con su línea de tratamientos de belleza a base de aceite; Vicente García Villarrubia, al frente de Bioaveda, aplica su sabiduría científica para, literalmente, tratar enfermedades como la psoriasis; en Jabalquinto, Alberto Bueno está al frente de la Cooperativa Nuestro Padre Jesús, que para reducir costes y obtener más beneficios ha optado por la producción de energía limpia; Juan Torres, que fue político, pero tiene alma y maneras de buen agricultor, decidió hacer aceite ecológico y lo logra con éxito. A los 4, como amantes de la tierra en la que viven, les duele que los olivareros no sean capaces de unirse para controlar el mercado mundial de este producto, uno de los más sanos del mundo.
Con sus opiniones en el rico debate que se generó pusieron sobre la mesa asuntos como la desunión de los aceiteros, la situación actual del mercado o el futuro que se plantea para Jaén cuando la Unión Europea modifique las ayudas a la producción. El director de Diario JAEN, Juan Espejo, fue el que moderó el foro y planteó las primeras cuestiones de interés. “Queremos hacer este especial foro con experiencias singulares dentro del mundo del aceite, conectadas con el aceite, desde el biológico hasta la biomasa, pasando por la cosmética y el aspecto científico y de curación”, precisó, y pidió a cada uno de los participantes que aportara sus propias soluciones para un sector que, al vender el kilo de zumo de oliva a 1,70, roza la ruina. “Jaén manda muy poco en el aceite”, aseguró Juan Espejo antes de dar la palabra a los contertulios.
Ninguno le quitó la razón y consideraron que es necesario un amplio cambio en el modo de fabricar y de comercializar este recurso jiennense que, nada más y nada menos, tiene influencia sobre un tercio del producto interior bruto de la provincia. Entre sus reflexiones, la necesidad de reeducar a los clientes para que sepan realmente lo que compran y qué beneficios les aportará; igualmente, se entonó el “mea culpa” por los fallos detectados en aspectos clave como la falta de información clara y concisa sobre aquello que se saca al mercado, las malas prácticas en el olivar o la necesidad de que la investigación esté más presente en las cooperativas y almazaras, además de lograr una mayor profesionalización del sector y pronosticar que, en unos años, el olivar sufrirá una auténtica reconversión con el abandono de cientos de miles de hectáreas.
¿Cómo está el sector del olivar en Jaén?
—Vicente García Villarrubia (VGV). Lo veo muy mal, porque no veo investigación, no veo desarrollo, no veo nada. Para decirlo más claro, veo una alianza mala para el aceite, uniones incontroladas, sin futuro, no veo desarrollo. Cuando la gente habla del aceite de oliva no se da cuenta de lo grande que es. Mi abuelo tenía un molino, lo prensaba en frío y hacía el aceite como se debe hacer. Ahora mismo solo conozco a uno que haga bien el aceite de oliva.
—Juan Torres Morales (JTM). Hay un grave problema de falta de investigación. Es una pena que todo lo que se escribe del aceite importante sea en inglés, para colmo muchos expertos españoles lo hacen también en este idioma, porque les interesa más salir en una revista internacional. Lo veo mal, pero creo que es porque hay una pérdida de valores en el propio consumo. Tiene unos preciosos ruinosos, al disfrazarse de aceite unas mezclas fraudulentas e impunes. Hace algunos años, el aceite malo tenía un color amarillo pálido; ahora, el que no es de calidad (que muchas veces se vende en las grandes superficies como marca blanca no tiene color amarillo), ni siquiera tiene ese tono, porque es de semilla.
—Manuela Herrera Valero (MHV). No soy agricultora y no entiendo de muchas de las cosas de las que se está hablando, pero sí de lo que yo hago. Y es que es cierto que para hacer las cremas lo que más barato compramos es el aceite de oliva. Por ejemplo, el de romero o el de tomillo vale un dinero. Alucino al pensar que el aceite de oliva que es ecológico y nos lo traen directamente de la cooperativa, cuesta 4 duros. Considero que es porque la gente no sabe sus excelentes propiedades. A mi me llega a llamar gente y me pregunta si el aceite que llevan los cosméticos es el mismo de la ensalada. Ante eso, me planteo: qué consumirá esta gente. Es porque están acostumbrados al aceite de semillas y les llama la atención, por ejemplo, que pique. Les tienes que responder: ¡si ese es el bueno!
—VGV. Es que si no pica es malo.
—Alberto Bueno Galán (ABG). Por eso hay que asociar el picor con salud y en ese sentido hay que conseguir educar al consumidor.
—JTM. El problema que veo es de pérdida de valores. La gente se gasta 500 euros en un iphone y no está dispuesta a comer bien, y eso es muy complicado de resolver. Lo cuento como anécdota: delante de mí, en un centro comercial, una señora iba de compras. Se paró en una vitrina de productos cárnicos y echó a la cesta un pollo horrible, con color verde y muy pequeño, que solo valía un euro. Al pagar, en la caja se gastó 3 euros en 3 tabletas de chicle. Es decir, prefirió gastarse ese dinero en chicles antes que en el pollo. Al final es una cuestión complicada, porque hay que modificar el pensamiento de la gente.
—VGV. ¿Cómo se modifica el pensamiento de la gente Juan?
—JTM. Educándola. Como no se educa a la gente es con la venta de aceite de oliva a sabiendas de que eso no es aceite de oliva. Las administraciones tienen que velar porque el mercado sea transparente y a mi no me parece mal que digan que esto es una mezcla, muy barata, pero que no es aceite de oliva.
—ABG. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Juan, porque creo que las administraciones tienen que hacer un seguimiento importante de las calidades, de lo que se embotella y del precio. Tiene que haber una correlación clara entre la normativa de etiquetado y lo que tiene dentro la botella, también coincido en cuanto a la investigación y la necesidad de educar. En la Cooperativa Nuestro Padre Jesús participamos en una acción complementaria, con José Juan Gaforio, de Citoliva. Nuestro objetivo era crear una línea de productos claros. El cliente está un poco perdido en el aceite de oliva, incluso en Jaén, más todavía cuando cruzas Despeñaperros. Hay 17 premios distintos y muchísimas calificaciones. Por eso, el objetivo de nuestra iniciativa era dar a conocer los beneficios del consumo del aceite de una forma clara, como ocurre con la soja o los alimentos llamados “bio”, para que estén asociados a salud. Además se pretendía dar sugerencias para usos específicos, como para fritura, la ensalada, carne o para cocinar a la plancha, por ejemplo. Fue en colaboración con las escuelas de hostelería de Granada y Jaén, además de un restaurante que tiene una Estrella Michelín. En definitiva, lo que no se puede es banalizar el producto.
¿Están los olivareros unidos y son profesionales?
—ABG. Entre nosotros mismos, y con la ayuda de las grandes superficies, nos destrozamos.
—VGV. Repite eso para que quede claro: nosotros mismos nos estamos matando.
—ABG. El sector tiene una lacra, la atomización, nos peleamos trescientas o cuatrocientas almazaras con cuatro envasadoras y estas, a su vez, se pelean con tres empresas de distribución.
—JTM. Pienso que el aceite de oliva es un producto maravilloso y es una lástima estropearlo para venderlo barato, y creo que las grandes superficies no pierden, como dicen, porque es un producto reclamo. Las grandes superficies lo venden a 1,70 porque lo compran a 1,40 o a 1,20 y lo han comprado a ese precio porque no es aceite de oliva virgen. Los márgenes comerciales de las grandes superficies son sagrados y todos sabemos los que son.
—VGV. Yo soy de mis agricultores, amo a mis agricultores, estoy en contra de los envasadores, amo a mi gente, la que trabaja cada día en el campo.
—MHV. Mucha gente piensa en aquello de voy con el remolque a la cooperativa, descargo y me voy y solo piensa en cuanto obtiene por la liquidación.
—ABG. Pues eso ha cambiado.
—JTM y MAV. Pues habrá cambiado allí en tu pueblo.
—ABG. Comienza a cambiar en algunos sitios en muchos sentidos. Por ejemplo, la fidelización con el socio de la cooperativa es mayor. La prueba la tienes en Nuestro Padre Jesús de Jabalquinto, porque, por ejemplo, está gestionada por una persona, que soy yo, que no tiene que ver nada con la cooperativa y que está en el puesto simplemente al haber creído los socios que soy un buen gestor.
—JTM. La estructura económica de las empresas tiene que responder a las necesidades del mercado, y las cooperativas —la mayor parte, o al menos las que yo conozco— diluyen las responsabilidades hasta tal punto que se ve la cooperativa como algo ajeno.
—ABG. Ahora si quieres retomamos esa cuestión, pero lo que quiero decir es que actualmente hay cooperativas que comienzan a profesionalizarse.
—JTM. Creo que has tenido una experiencia muy positiva y generalizas porque has tenido suerte. Por eso, te doy la enhorabuena, porque una experiencia positiva en el mundo cooperativo tiene que ser algo maravilloso.
A pesar de la situación actual ¿tiene futuro el aceite de oliva?
—JTM. El aceite de oliva tiene futuro, lo que no tiene es presente. El aceite de oliva, el picual, el del olivar jiennense, que tiene del 72 al 88 de ácido oleico, cómo no va a tener futuro. Lo que no tiene es presente, porque es terrible, y creo que la situación va a dar lugar al abandono de la producción de cientos de miles de hectáreas de olivar jiennense.
—ABG. Ese es el problema.
—MHV. Eso es verdad.
—ABG. El presente es el que tenemos, y con el recorte de ayudas nos tendremos que ir al abandono de la producción. En cuanto al futuro, es incierto, no sé si será necesario un cambio importante de toda la estructura. Hace unos 8 años, hablando con organizaciones agrarias, se dijo que las cooperativas tendríamos que llegar a ser empresas de servicios, antiguamente ocurría así con el cereal.
—VGV. Por cierto, en Jaén no había olivos, había mucho cereal.
—JTM. Yo me uno con mucha gente para vender pero para producir, no. Las grandes cooperativas tienen un problema para elaborar un aceite con una calidad.
—MHV. Olea Cosmético va fatal, hemos perdido muchos clientes, pero creo que todavía hay esperanza, somos optimistas porque hay interés por nuestros productos en muchos sitios.
—VGV. Con Jaén estoy sorprendido por las ventas que he hecho este mes. Llegué a no querer vender aquí porque no tenía confianza, y la gente se lo ha llevado muy bien. Pero el problema del aceite aquí, en general, es que la gente no lo valora, algo que cambia, por ejemplo, cuando prueban mis productos y descubren que sirven para los tratamientos de psoriasis. Finalmente lo hemos logrado y ha sido porque hemos sido gente muy seria.
—JTM. En mi opinión, el futuro no pasa por hacer algo distinto del aceite de oliva, pasa por hacerlo bien y demostrar sus propiedades.
—VGV. Nosotros vamos a necesitar mucho aceite, ecológico y que estará bien pagado, porque Bioaveda tiene mercado en Estados Unidos, en Sudamérica y en otras partes del mundo. Estamos abiertos a todo el mundo. Nosotros queremos luchar por Jaén.
¿Cómo afecta al sector el uso del aceite de las grandes superficies?
—ABG. Ahora no te tienes que pelear con SOS Cuétara, con Migasa o con Sovena, ahora te tienes que pelear, aparte de con ellos, con las empresas de distribución que te colocan una oferta en un supermercado a 1,71 euros el virgen de cinco litros, con 1,60 la segunda unidad, en una botella de un litro en cristal, y otros reclamos de los que a mí no me salen los costes.
—JTM. No le salen a nadie, con aceite de oliva no salen. Es que no son costos reales, Alberto. A vosotros, que sois una cooperativa, os pregunto: ¿habéis vendido aceite por debajo de 1,70 el kilo?
—ABG. No.
—JTM. Pues ahora mismo, te vas a cualquiera de las grandes superficies y encuentras aceite a menos de 1,70, con el 40% de margen y ya está pagado el embotellado. Es decir, no es aceite de oliva.
—ABG. El problema es que dentro de algunas cadenas hemos visto esas ofertas de aceite envasado por el mayor grupo cooperativo que hay en España.
¿Eso cómo se come?
—JTM. Pues muy fácil, Alberto, como no lo pongan a ese precio no son capaces de vender aceite. Eso le pasa a Olivar de Segura por ejemplo, que son amigos míos. He visto ofertas suyas por debajo del precio de coste, de esta forma mantienen la clientela, pero eso lo hacen arrastrados por los envasadores que están haciendo fraude.
—ABG. Por eso es necesario el aumento de los controles, y dentro de la ley agroalimentaria, sanciones importantes, porque a la empresa que le impongan tres mil euros por echar en una botella algo que no debe le da igual, y al sector nos hace un daño irreparable.
—VGV. Lo que también es importante es que las administraciones abonen lo que se le debe. Y es que tienen que hacer frente a deudas de 2007 y estamos a 2011.
—JTM. Alberto ha planteado una cosa y yo creo que tiene razón, sobre todo es un problema de control del etiquetado.
—VGV. Lo voy a decir yo, lo he dicho 1.000 veces, os falta unión.
—JTM. Eso es otro tema.
—ABG. Eso es una lacra que tenemos hace tiempo.
—JTM. Pero al margen de lo que decís y de lo que plantea Alberto del etiquetado, creo que hay un problema más insidioso. Hay mezclas fraudulentas impunes no porque no los multen: porque no lo pueden detectar. Es decir, en Europa hay 3 productos muy beneficiados, la cerveza, que la defiende la señora Merkel; la leche, de la que están detrás todos los países nórdicos, y el vino, que lo defienden los franceses. Tú puedes hacer, perfectamente, un vino con remolacha, yo lo he probado y está buenísimo, pero no se puede llamar vino; yo he visto productos que se definen como productos lácteos, pero no pueden llamarse leche porque no está permitido. El problema es que el aceite de oliva está muy mal defendido, ahora mismo hay métodos no oficiales para detectar hasta un uno por ciento de aceite de semilla, el problema es que no los acepta el Consejo Oleícola Internacional y, por ello, los inspectores, con su método oficial, actualmente analizan esa mezcla y determinan que es aceite de oliva virgen extra, a pesar de que todos sabemos que no es así.
—MHV. A nosotros, directamente, el precio no nos afecta porque lo más barato es el aceite, como ya dije antes. Eso sí, nos afecta a todas individualmente, como olivareras. Tampoco somos grandes productoras ni tenemos grandes cantidades de olivos. Lo mejor sería asociarse para lograr que todo el aceite se venda bajo la misma denominación. Es mejor una gran sociedad y así el aceite se venderá mejor. Otra cosa es colocar el producto cosmético, es muy difícil llevarlo a las grandes superficies.
¿Es rentable innovar con el aceite de oliva?
—Alberto Bueno Galán. Empezamos en el año 2007 con el montaje de una planta y comenzamos a funcionar en octubre de 2010. Cogemos restos de biomasa para evitar la quema del ramón en el campo. La idea nace por parte del consejo y la dirección de la cooperativa y así se aprovecha el potencial de creación de energía eléctrica que desaprovechamos todos los días. Esa es la primera intención, la segunda es diversificar la economía, algo importante en un pueblo que tiene 2.100 habitantes censados, 1.500 que residen y la mitad de estos que emigran cada año. Así se puede generar una decena de puestos fijos en la cooperativa y otros tantos indirectos, con el 80 por ciento de la superficie y otro tanto de la producción. Tengo una gran ventaja, una confianza plena en la cooperativa, con una gran receptividad y también es cierto que pagamos a 42 euros la tonelada, esto permite que aunque al socio no le salga gratis el tema de la poda o la recolección, le compensa bastante.
—Juan Torres Morales. Producir aceite ecológico es rentable, puede serlo, no es rentabilidad intrínseca a la producción ecológica, sino porque tiene un plus que te permite dirigirte a una fracción de los consumidores dispuesta a comprarlo, aunque es más caro y más complicado técnicamente. Pero claro está, hay que producir sano, no nos engañemos.
—Manuela Herrera Valero. En mi caso tenemos perspectivas, vendemos donde podemos. Ha llegado a venir gente que quiere nuestros productos para introducirlos en Rusia o Corea, aunque lo cierto es que no hay nada firmado. Pero bueno, nosotros vendemos todavía, sobre todo, fuera de Jaén. Aunque claro está, se ve que la gente aquí no sabe apreciar todavía lo que tenemos aquí o no quiere o yo qué sé qué es lo que ocurre.
—Vicente García Villarrubia. Monté una empresa de investigación, lo mismo que Oleo Cosmética hace cremas en Pegalajar, pero dirigida a los tratamientos de salud. Yo soy científico y la Academia de Farmacia me llama y me dice que he descubierto unas cualidades para el tratamiento epidérmico estupendas. ¿Por qué ganamos dinero? Yo vendo la botella de aceite a quince euros desde el primer momento. Ahora nos ha copiado todo el mundo, y además sacamos unos productos farmacéuticos de gran calidad y es una empresa con un gran futuro. Acaba de entrar en nuestra sociedad una empresa farmacéutica de gran solvencia, o sea que creo que Bioaveda es una empresa que tiene un gran futuro.
¿Qué pasará cuando cambien las ayudas de la UE?
—VGV. Se cerrará la provincia de Jaén. En 2013 no vienen las ayudas de Bruselas.
—JTM. Sí vienen.
—MHV. Vendrán, seguro, aunque de otra manera.
—VGV. Vendrán pero a la producción ecológica, y, por eso, si no cambiáis el chip en la provincia, como digo, Jaén se cierra.
—MHV. Nosotros tenemos esperanza, aunque ahora verdaderamente estemos en un bache.
—ABG. Tenemos que tener en cuenta que llevamos 3 años a pérdidas. Como la atomización del sector es la que tenemos, el precio ni siquiera lo ponen los envasadores, sino que ya lo ponen directamente los distribuidores. Nos tenemos que ir a recortar costes, a optimizar en todo, en las cooperativas o en las almazaras. Si esto lo aderezamos con la reforma de la Política Agraria Común, en la que, según se avisa, habrá una reducción de presupuesto, nos podemos encontrar que en Jaén la situación sea crítica.
—JTM. El futuro está todavía por escribir y creo que no hay que conformarse con la perspectiva que se ve, ya que verdaderamente es mala. Alberto dice que llevamos tres años por debajo de los costes y yo creo que llevamos más.
—MHV. Más.
—VGV. Más, más.
—JTM. Lo único que ocurre es que en la contabilidad hay muchos factores que no se contabilizan y creo que ahora mismo se pierde mucho dinero. Hay vías para la solución y lo primero que hay que hacer es cambiar la cultura del aceite
—VGV. ¿Cómo se cambia la cultura del aceite?
—JTM. Pues lo primero que hay que hacer es decir la verdad y reconocer los errores propios.
—VGV. Pero no puedes, el olivarero es un hombre muy humilde y es que el problema andaluz no es el olivarero, sino los productores de aceite.
—JTM. Insisto, hay que reconocer los errores, y en este momento todos sabemos que no estamos obrando bien en cuanto a residuos, en cuanto al mantenimiento de los niveles de materia orgánica en el suelo o respecto a calidad del aceite.
—VGV. El problema de Jaén es que ni siquiera los olivareros saben el aceite que tienen.
—JTM. No estoy de acuerdo, eso es un problema de la Unión Europea, la definición de los aceites no la puede hacer Jaén.
—ABG. Si hablamos del aceite de oliva, la verdad, lo vemos negro, y si hablamos de la producción de la biomasa, tenemos esperanza de que se nos permita ampliar esta línea de trabajo y ampliar a futuras actividades. Creo que hay un futuro importante para las energías renovables, sobre todo porque nos vamos a cargar el mañana si no lo tienen, aunque creo que por parte de las administraciones hay que darle más apoyo. De hecho, ahora estamos en un bache ya que, por ejemplo, han quitado los incentivos para calderas de biomasa.
—VGV. Alberto, sois el número 1 en paro y, en general, en todo lo malo, menos en el aceite, que sería lo vuestro. Por eso, desde Bruselas se anuncian una expectativas muy duras para Jaén.
—JTM. No le veo nada más que una salida. Esto se gestó hace 15 años, cuando se liberalizó la plantación del olivar, y no se siguió el mecanismo del vino.
—ABG. Se nos abre un horizonte que es complicado.
—VGV. ¿Tú qué hiciste por eso?
—JTM. Yo soy un agricultor, no hice nada.
—VGV. ¿Cuando eras delegado de Gobernación?
—JTM. Se dio la paradoja de que a la gente le daban dinero por arrancar viñas y con ese dinero se compraban olivas, y eso ha dado lugar a una sobreproducción de aceite de oliva, aunque fue temporal. En este momento no es así, pero lo que ocurre es que se meten 300.000 o 350.000 toneladas de semilla y se añaden al zumo y se sacan al mercado como aceite de oliva.
—MHV. Porque la gente no tiene ni idea, ni idea de lo que es el aceite de oliva. Por eso creo que es necesaria una campaña para concienciar y que sepan los consumidores lo que tienen que comprar y no se confundan y piensen, por ejemplo, que el aceite refinado es más bueno.
—JTM. Pienso que es más que eso; históricamente, el gran incremento de plantaciones en la provincia se hace entre comienzos del siglo XVIII y el XIX, sencillamente cuando se utiliza para combustible, y ahora se produce todavía como si fuera combustible, con los mismos métodos, aunque se haya descubierto que sirve para alimentar. Las buenas prácticas se han ido al garete, nadie se ha planteado dejar de hacer marranadas para hacer buen aceite. Los agricultores deberían de pedir por ello a la Virgen de la Cabeza y a Bruselas, que debe de ser lo mismo, que la definición del aceite.
—ABG. En mi opinión, es clave una información clara y concisa. Nos hemos equivocado con los premios o con las denominaciones de origen.
—VGV. ¿Cuándo lo pedí yo eso?
—JTM. Hace años.
—VGV. Lo pedí en Diario JAEN, le mandé una carta a Juan Espejo y hubo gente que lo definió como saludable y gourmet.
Juan Torres Morales
Un agricultor que pasó por la vida política
Este pegalajareño siempre tuvo que ver con el campo, y prueba de ello es que se graduó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Valencia. Luego se doctoró en la especialidad en Córdoba. Estuvo en la política como delegado de Cultura y de Gobernación, fue parlamentario andaluz y concejal del PSOE en Jaén. Finalmente regresó a su pasión, la agricultura, y actualmente produce el aceite ecológico La Casona.
Vicente García Villarrubia
Una eminencia que se metió a aceitero
Su empresa, Bioaveda, es un referente en la elaboración de tratamientos para la salud elaborados a partir del aceite de oliva. En esta labor pone todos sus conocimientos, una sabiduría de la que da cuenta en un currículo que abruma. Entre otros títulos posee el de miembro del Advisory Board Committe & “Referee” de “Immunopharmacology & Immunotoxicology” y tiene premios de calado en España o en el resto de Europa.
Manuela Herrera Valero
La mejor expresión del triunfo de la mujer rural
Manuela Herrera Valero se lió la manta a la cabeza hace 11 años y con cuatro 4 de Pegalajar puso en marcha Oleo Cosmética. Todo empezó gracias a un curso, financiado con fondos de la Unión Europea y con su propósito de aprovechar el aceite de oliva, el mejor recurso del municipio. Gracias a ello, junto con sus socias, creó una línea de productos cosméticos que son conocidos dentro y fuera de la provincia.
Alberto Bueno Galán
Un profesional de la producción oleícola
Este joven tosiriano, informático, se metió a aceitero y con gran éxito. Trabajó como director gerente en Oleoxa de 2001a 2003, tiene experiencia en cooperativas de segundo grado, ha trabajado para vender aceite de forma asociada y, desde hace 8 años, está al frente de la cooperativa Nuestro Padre Jesús, de Jabalquinto, con cifras de negocio millonarias y donde se apuesta por la energía limpia.