Fito & Fitipaldis. El vasco sacia el hambre de rock

M. J. Velasco / Jaén
El rock and roll tomó la noche de la ciudad gracias al concierto de Fito y Fitipaldis. Miles de personas se dieron cita para rendir pleitesía a uno de los mejores músicos del país, que desgranó, acompañado de su banda, las joyas de Antes de que cuente diez. 
Fito Cabrales y sus inseparables Fitipaldis volvieron a la capital de la provincia para presentar a sus incondicionales las canciones de su último trabajo discográfico, Antes de que cuente diez,  séptimo de su carrera en solitario desde que su anterior banda, Platero y Tú, acabase su exitosa andadura.

    14 feb 2010 / 09:36 H.

    El recinto de la Institución Ferial se abarrotó de jiennenses y vecinos de otros municipios que no dudaron en acudir a la cita para disfrutar de una velada repleta de buena música. Horas antes de que el músico saltara al escenario, las instalaciones se llenaron. A la gente “normal” les siguieron todos los que no dejaron de lado el Carnaval y se acercaron hasta el lugar disfrazados de hippies o de músicos de Semana Santa, entre un amplio repertorio de vestuarios de lo más originales.
    El encargado de presentar al artista vasco fue Miguel Ángel Hernando, más conocido como Lichis, que saltó a la fama con su proyecto La Cabra Mecánica, que caldeó el ambiente con las composiciones de su último CD, Carne de canción, en el que recopila los éxitos de su carrera y añade canciones nuevas, una faceta que últimamente dejó de lado para centrarse en su otra banda, Troublemakers. El cantante no quiso dejar escapar la ocasión de saludar a Jaén, la tierra de su madre, y anunciar, después, que ya no publicará más trabajos discográficos.
    A continuación, y minutos después de comenzar la actuación, con el público ya expectante, las dos pantallas que rodeaban el escenario se encendieron para mostrar, como ya es casi tradición, a Fito Cabrales y su banda convertidos en carne de dibujo animado. El cantante se despertaba tarde y no conseguía llegar a tiempo hasta su cita con la capital. Después de mucho correr, la versión animada del vasco se hallaba frente al escenario, momento que aprovechó el artista para hacer acto de presencia real en el recinto de la Institución Ferial. El público se vino arriba, entre el griterío y los saltos. El ambiente terminó de animarse cuando sonaron los primeros acordes de Antes de que cuente diez, el sencillo presentación del álbum con el que se metió a sus seguidores en el bolsillo. Junto con él, los componentes de su banda , en el que un magistral Carlos Raya, a la guitarra, se “marcó” algunos punteados que pusieron el vello de punta a todos los presentes. 
    Tras la presentación, y a pesar del frío que reinaba en la noche, Fito y sus Fitipaldis se lanzaron a la conquista definitiva de las estrellas con la interpretación de “Un buen castigo” a la que puso el broche final con un toque de guitarra que logró que todo el recinto coreara el nombre de Fito. Después siguió la exitosa Por la boca vive el pez, con la que el suelo se vino abajo entre los saltos. “Esto se merece un chupito”, aseguró el artista, mientras se tomaba un trago para calentar el cuerpo.  Después, con la voz templada, interpretó otro de sus himnos, Me equivocaría otra vez y a continuación Alas de goma, en la que de nuevo, los verdaderos protagonistas fueron la guitarra y el virtuosismo de Fito y sus músicos. 
    Uno de lo momentos más esperados se produjo cuando Fito invitó a su amigo Lichis al escenario y juntos se arrancaron con la letra de Barra Americana. Después, entre las joyas de su repertorio no dudó en incluir Los huesos de tus besos, una obra que se convertirá en su nuevo sencillo, mañana, cuando se estrene el videoclip, dirigido por Gorka Vázquez.