Etnosur. El público desborda la ciudad de Alcalá
Juan Rafael Hinojosa / Alcalá
Etnosur 2009 hace patente su poder de convocatoria. La afluencia de miles de personas dejó en evidencia el limitado aforo de algunos de los espacios vinculados al festival, como el Palacio Abacial, y puso a prueba las infraestructuras con las que cuenta el municipio de Alcalá la Real. La participación fue elevada en todas las actividades programadas.

Etnosur 2009 hace patente su poder de convocatoria. La afluencia de miles de personas dejó en evidencia el limitado aforo de algunos de los espacios vinculados al festival, como el Palacio Abacial, y puso a prueba las infraestructuras con las que cuenta el municipio de Alcalá la Real. La participación fue elevada en todas las actividades programadas.
La decimotercera edición de los Encuentros Étnicos en la Sierra Sur superaron su ecuador con gran aceptación, que quedó plasmada en la presencia de miles de visitantes que se “movieron” por todo el casco urbano. El crecimiento de Etnosur se notó a lo largo de ayer en aspectos como la saturación del Palacio Abacial con motivo de la charla de la literata Almudena Grandes. El salón de actos del histórico edificio excedió con creces su aforo, hasta el punto de que decenas de personas tuvieron que seguir de pie la intervención. Igualmente, en distintos talleres, como el de “striptease terapéutico femenino”, se cubrió el cupo de participantes.
Por la noche, los conciertos llenaron el recinto ferial, pese a que los grupos que actuaron no son demasiado conocidos por el gran público. Igualmente, una muchedumbre siguió las distintas actuaciones. El Paseo de los Álamos, constreñido por las obras de renovación de su solería, quedó muy limitado en cuanto a espacio ante la marea humana. Durante toda la jornada resultó muy complicado hallar un lugar para estacionar, prácticamente en cualquier barrio alcalaíno. La aglomeración se mantuvo hasta primera hora de la mañana, cuando los “irreductibles” continuaban la fiesta en la zona de la Avenida de Andalucía, animados por la música procedente de vehículos o de percusión.
De cualquier manera, pese a la multitud de “etnosureños”, las molestias a los vecinos disminuyeron. Si bien hubo algunas quejas por el mal olor, el cierre del barrio próximo al colegio Alonso de Alcalá y del descampado que separa la Piscina Municipal de Los Cipreses impidió que, como el año pasado, proliferara una auténtica ciudad de caravanas y tiendas de campaña con el consiguiente perjuicio para los residentes. Las previsiones apuntan a que hoy, jornada final de la cita cultural, la cantidad de visitantes disminuya, aunque sigua alta. El programa incluye propuestas variadas y de gran nivel.