Esperanzas, logros y carencias en el mundo del aceite de oliva
Desde Torredonjimeno. Quisiera compartir con los lectores la ilusión generada por la firma de un convenio relacionado con nuestro aceite: en toda la campiña olivarera de Jaén ha despertado expectación y esperanza el citado convenio, firmado por todos los agentes implicados en la producción y comercialización del aceite de oliva (han estampado su firma el gobierno, las comunidades autónomas, las asociaciones de agricultores y productores, los grandes distribuidores, las cooperativas y las asociaciones de consumidores).
El convenio se pone en marcha para conseguir “la mejora de la calidad del aceite de oliva y la promoción y mejora de la información al consumidor” y que “productores y distribuidores reciban unos beneficios justos”. A la vista de estas informaciones no cabe más que el aplauso, ya que se propone defender y mejorar el excelente aceite de oliva español y su promoción y venta en todo el mundo. Ojalá el desarrollo de las actividades previstas para alcanzar los objetivos que planeta el convenio respondan a las metas que se plantea y no empecemos, otra vez, con los intentos de algunos de los colectivos implicados o de alguna comunidad autónoma de derivar las actuaciones en su propio beneficio, con el consiguiente perjuicio para productores y consumidores, que son los hasta ahora han conseguido menos ganancias, aunque son los dos elementos clave. Y aparece esta noticia cuando acaba de implantarse la obligatoriedad del uso de botellas de aceite irellenables, lo que va a dificultar la fraudulenta tarea de los aprovechados que mezclan lampante con virgen extra y lo envasan como virgen extra puro, actuación que ha perjudicado mucho la imagen del aceite español en el exterior, circunstancia aprovechada por nuestros competidores italianos, que sí han planificado la publicidad y difusión de su aceite con notable beneficio para sus productores y distribuidores. Otra carencia incomprensible es el ámbito de implantación de la normativas sobre el embotellado, ya que afectará sólo a España, es decir, que en el resto del mundo van a poder seguir mezclando el virgen extra español con otros, con el consiguiente perjuicio. Finalmente, creo que merece mención la publicación en los últimos días de los resultados de una investigación que ha demostrado que el aceite de oliva virgen extra también protege de forma eficaz contra el desarrollo de la diabetes en el organismo, noticia excelente que nos remite a otra carencia, ésta relacionada con la insuficiente difusión de los beneficios del aceite de oliva para la salud, que son muchos (para las enfermedades cardiovasculares, diabetes, piel, envejecimiento, etcétera).
Manuel Campos Carpio