Especialistas detectan más casos de anorexia durante la primavera
Es la cultura del culto al cuerpo. Proliferan los hombres y mujeres “diez” que hacen lo que sea para ser el centro de todas las miradas y admiraciones. Se trata de una tendencia peligrosa entre la población más joven, que puede llegar a sufrir algún trastorno alimentario. Según los expertos, muchos casos comienzan justo al estallar la primavera.
La publicidad, los muñecos y la televisión muestran a personas delgadas, guapas y que se convierten en el espejo en el que se miran niños y adolescentes. La primavera es el momento en el que empieza la “operación kilo” y muchos se ponen a dieta para lucir la mejor imagen en verano. El problema es que las dietas y los regímenes no siempre se realizan controlados por profesionales y que algunos jóvenes tratan de adelgazar dejando de comer. Así lo afirma la psicóloga jefa de la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner) en Jaén, Marisa Gómez, que explica que muchos de los casos de trastornos alimenticios comienzan en primavera, aunque no se detecten hasta después del verano. “En octubre se suelen ver los primeros picos. Al terminar el verano y volver a la rutina, nos empezamos a dar cuenta de lo que ocurre”, sostiene, al tiempo que añade: “Normalmente, es en primavera cuando nos empezamos a destapar más, vemos los michelines y queremos adelgazar. No tiene por qué pasar nada, pero siempre hay un riesgo que depende de muchos factores”.
La psicóloga jefa de Adaner se refiere a una personalidad muy exigente con uno mismo o caracterizada por la inseguridad, un pensamiento dicotómico —o “todo o nada”— o a una autoestima demasiado baja.
enfermedad femenina. A estos factores se suma el hecho de que los trastornos alimenticios, como la anorexia, sigue siendo una enfermedad femenina, por lo general. Los datos que baraja Marisa Gómez revelan que por cada diez casos que trata, nueve son mujeres y uno, hombres. Aun así, el problema reside en la edad de inicio. Suele ser la adolescencia, es decir, entre los 12 y los 13 años, aunque también existen perfiles muy por debajo de ese momento. De hecho, la niña más pequeña que ha sido tratada por este colectivo tenía 9 años. “Hay que entenderlo en el contexto actual. Los niños de ahora no son los de antes. Se entra en la sociedad de consumo muy pronto”, detalla.
Adaner ofrece su apoyo de forma integral. Cada semana suelen entrar entre 12 y 15 casos, aunque, tal y como explica su psicóloga jefa, hay que tener en cuenta que también hay personas que se recuperan poco a poco. De esta manera, en la provincia puede haber unos 90 afectados por la anorexia o la bulimia, según sus datos, cada año.
Las primeras señales de alarma para que un padre pueda detectar el peligro es ver que el hijo quiere la comida hervida, declina las grasas y que ha cambiado sus hábitos alimenticios u opone resistencia al comer. También se pueden encontrar alimentos escondidos en diferentes rincones de la casa, aunque, por suerte, este tipo de enfermedades, cada vez, se “conocen más”.
El último consejo que deja la psicóloga es que para adelgazar siempre hay que recurrir a un profesional, que recomiende los kilos que se deben perder o cómo hacerlo de forma sana.
Inmaculada Espinilla / Jaén