España y Grecia
Desde Linares. La guerra se sabe cuando empieza pero no se sabe cuando acaba. El haber participado por tiempo indefinido en Afganistán nos dice que no habrá ni vencedores ni vencidos.Toda España sabe para lo que sirve y para lo que no sirve esta guerra de 4 años, ya que solo se ha traído 900 bajas sin haber arreglado nada.
Se dice que a un perro que no conoces no le tientes las orejas, pues es más fácil ser mordido. El mismo político que se negó a ponerse en pie a paso de la bandera americana, es el que gobierna ahora España y sufrió excesivos desaires al no cubrir la sombra del paraguas de la nación más poderosa del mundo. Esperemos que con el Gobierno que salga se hayan acabado esas lamentables decisiones, algunas pésimas para el barco de la economía española. Aunque quizás quede algún problema oculto que saldrá a la luz. La última orden presidencial ha sido inoportuna. Rebajar la velocidad de 120 a 110 kilómetros ¿Ha servido para algo? Solo para gastar millones innecesarios. No sé quienes son los consejeros de Zapatero, pero por su efectividad no sirven. Del equipo ministerial los que se salvan se pueden contar con los dedos de una mano. La debilidad de este Gobierno es despilfarrar el dinero de los contribuyentes. Ha hecho abundantes concesiones a los partidos nacionalistas y separatistas para alargar más la agonía. El caso de Grecia, con todo su bamboleo, como una manzana podrida nos acecha. Este país eleno lleva con un formidable patrimonio cultural y unas idílicas playas de ensueño, varios años de pobreza y 7 años de dictaduras. Logró colarse en el mercado común, más bien por razones politicas y económicas. El primer ministro griego, en contra de la oposición de la masa popular, logró imponer sus medidas austeras y posiblemente salve la economía y la aleje de la bancarrota con el segundo rescate de 12.000 millones y una segunda inyección de 110.000 millones. Este hecho supone un soplo de aire para España.
Antonio Martínez