ERMITAÑO.- Vidas paralelas en el monte
Cristopher Knight protagonizó, hasta que fue descubierto hace solo unos días, en Estados Unidos una historia gemela a la de Miguel Mérida Gallardo, el “ermitaño de Alcaudete”. Ambos vivieron solos, durante años, echados al monte y subsistían gracias a robos por los que, a la postre, los detuvieron.

Plutarco escribió, hace veinte siglos, su obra “Vidas paralelas” en las que comparaba la existencia de personajes griegos y romanos. Hoy, el célebre literato, bien podría escribir un libro con dos historias que se parecen como las gotas de agua. Son las de los “ermitaños” Miguel Mérida Gallardo y Cristopher Knight.
Mérida, natural de Baena (Córdoba) permaneció durante catorce años en la zona fronteriza entre su provincia de origen y la de Jaén. Mientras estuvo desaparecido subsistió gracias a los “golpes” que daba en cortijos de la zona hasta que en verano de 2008 fue detenido. Knight no se movía entre olivos y retamas, sino entre la frondosa vegetación de Rome, en Maine, al noreste de Estados Unidos. El norteamericano superó la gesta de Miguel Mérida y permaneció alejado del mundanal ruido veintisiete años. Eso sí, el “ermitaño de North Pond” también echó mano, repetidas veces, de los avances de la civilización para hacerse con alimentos y productos de primera necesidad, entre los que se encontraban prendas de vestir y tanques de propano. Otra semejanza pasmosa es que los dos aparecieron cuando ya había superado los 45 años de edad.
Todo indica que ambos hombre siempre conservaron la noción del tiempo. De hecho, Mérida Gallardo guardaba incluso un almanaque. Eso sí, la morada del “forajido” de Alcaudete era mucho más sofisticada. A diferencia de la sencilla tienda de campaña de Cristopher Knight, él convirtió en su casa el patio interior del puente de la Vía Verde del Aceite, justo en la raya entre Jaén y Córdoba. Salía y entraba con una cuerda y la amplitud del espacio le permitía acumular cientos de kilos de objetos.
conclusión. En lo que difieren diametralmente las dos historias es en el final. Mientras Knight se encuentra en chirona por sus robos, Miguel Mérida Gallardo quedó libre, solo con la obligación de acudir a los juzgados de Alcalá la Real dos veces al mes. Después de permanecer por poco tiempo en el centro de transeúntes alcalaíno, volvió con su familia al municipio de Baena.
Casi cinco años después, ni siquiera se ha celebrado el juicio. No obstante, la instrucción del proceso ya ha terminado y la vista será en el Penal número dos de Jaén, probablemente en breves fechas. Seguro que la Justicia en Estados Unidos resolverá el proceso penal en menos tiempo. Juan Rafael Hinojosa / Alcalá