Entre naranjos

Ana María Gómez Sotoca/Desde Andújar. Estamos en tiempo de Cuaresma, este año de poca lluvia y mucho frío. Sus gélidas noches han contagiado el ambiente no solo de la economía también los valores se han congelado en la sociedad.

    20 mar 2012 / 11:43 H.

    La situación en la que estamos inmersos requiere un alto en el camino, estamos viviendo momentos y situaciones donde hay quienes pretenden desestabilizar la convivencia sembrando desconfianza y enfrentamientos que alimentan el resentimiento que enfrenta y divide la sociedad. Utilizar el 11-M, por algunos sectores de la sociedad no es precisamente lo acertado porque el dolor se convierte en odio; dejemos descansar a las víctimas del peor atentado que ha sufrido la historia de nuestro país, por esa razón se convierte en algo nuestro, ese fatídico día lo recordaremos el resto de nuestras vidas a quienes viviendo esos momentos somos parte de la historia que sin aceptarlo lo hemos asumido con dolor. Es indignante que sin escrúpulos se politice a las víctimas, a familias que se han roto por el dolor buscando el consuelo de la ausencia. Pedir respeto es de justicia hacia esos familiares que con su fe no quieren perder la esperanza porque siguen amando a quienes, por un acto criminal, segaron sus vidas. Ese bosque de recuerdos está regado con lágrimas y abonado con amor, quizás algún día nos regalen su flor blanca y aroma, como la flor del naranjo que florece en primavera anticipada que por estas fechas por estas latitudes su aroma se envuelve con el incienso que nos conduce a la pasión, la cruz y al amor.