Enfermos denuncian que la Unidad del Dolor tiene demora de un año

Hasta un año de espera para ser atendido de un dolor que 'no deja vivir'. Esta es la denuncia que realiza la Asociación Andaluza del Dolor que advierte de que la demora para ser atendido en la unidad específica oscila entre los tres meses y el año. Mientras, el paciente mitiga su mal con fuertes medicamentos.

    28 sep 2010 / 09:48 H.

    Para la Asociación Andaluza del Dolor no es una cuestión de que haya pocas unidades de este tipo en los centros sanitarios, sino que estos están escasos de medios para atender a mayor cantidad de pacientes. Explica que en el caso concreto de la provincia de Jaén existe la Unidad del Dolor ubicada en el Hospital Doctor Sagaz y dos consultas específicas en el “San Agustín” de Linares y en el “Alto Guadalquivir” de Andújar.  
    Aún así, los enfermos deben esperar entre tres meses y un año —si bien la media de demora está por encima de los seis meses— para ser atendidos. El incremento de casos diagnosticados de fibromialgia —patología que hasta hace unos años no se diagnosticaba y que produce dolor crónico— ha hecho que la cantidad de  pacientes que acuden a estas consultas también se multiplique.
    La organización apunta a la falta de medios como causa del tiempo de espera ya que parte de la base de que Andalucía es una de las comunidades autónomas “mejor dotadas” en cuanto a unidades del Dolor. De hecho, subraya que cuenta con quince departamentos acreditados, lo que la sitúa “sólo por detrás de Madrid, con 24, y de Cataluña, con 23”. A pesar de estas cifras, los afectados hacen hincapié en que la demora se produce tanto para ser atendidos, como para la aplicación de alguna técnica concreta.
    En este sentido, el presidente de la asociación y especialista médico en la materia, Jerónimo Herrera, hace referencia a la necesidad de poner en marcha el Plan Integral del Dolor, cuyas bases presentó, a principios de año, la Consejería de Salud. Aclara que este proyecto “reduciría las listas de espera para ser atendido lo que influiría muy positivamente en el alivio del dolor y el incremento de la calidad de vida de los pacientes”. Así, el especialista Luis Miguel Torres especifica que, desde que los afectados comienzan a ser tratados en Atención Primaria con analgésicos hasta que, finalmente, son derivados a la Unidad del Dolor para recibir un control específico con fármacos y otras técnicas invasivas “puede transcurrir también un largo tiempo”. Para Torres: “Este periodo de sufrimiento, que afecta a la calidad de vida de los pacientes, sería evitable con más información y formación por parte de médicos y especialistas, muchas veces reticentes a administrar opiáceos mayores, así como con una mayor educación sanitaria de los enfermos que evite el rechazo a tratamientos con fármacos como la morfina o antidepresivos”.  Irene Bueno /Jaén