El Río Grande de los jiennenses
Nuria López Priego /Jaén
En medio de la controversia política surgida de nuevo en torno al lugar de origen del Guadalquivir, expertos de la Universidad de Jaén utilizan argumentos geológicos e históricos para aclarar por qué el Betis es río principal y no afluente y por qué nace en Quesada y no en Almería.

En medio de la controversia política surgida de nuevo en torno al lugar de origen del Guadalquivir, expertos de la Universidad de Jaén utilizan argumentos geológicos e históricos para aclarar por qué el Betis es río principal y no afluente y por qué nace en Quesada y no en Almería.
Para explicar la teoría del cambio perpetuo Heráclito escribió: “En el mismo río, entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos]”. El agua fluye incesantemente. Y lo mismo le ocurre a las venas líquidas que surcan la geografía. “[Los ríos] nunca están estáticos”, sentencia el director del Departamento de Geología de la Universidad de Jaén (UJA), José Manuel Castro. “Hay episodios en los que han cambiado radicalmente porque ha habido capturas de unos a otros”. Y ello, al margen de límites administrativos, cuestiones históricas o polémicas políticas. Sin embargo, aun reconociendo que el nacimiento del Guadalquivir es la Cañada de las Fuentes “por cuestiones históricas”, expertos del Departamento de Geología de la Universidad de Jaén también apelan a fundamentos “más que científicos, lógicos”. Comenta el profesor Pedro Alejandro Ruiz: “No hay nada establecido respecto a cuál es el punto de nacimiento de un río, pero parece lógico que sea donde haya un nacimiento de agua”. “Y —afirma vehemente y un tanto cansado ya de una polémica que ‘creía zanjada’, el catedrático de Estratigrafía José Miguel Molina Cámara— cuando se denominó al Guadalquivir se pensaba que la fuente estaba en la Sierra del Pozo, en Quesada”. Explica: “El agua fluye de ahí y, desde que sale de allí, se llama Guadalquivir. Si lo llamamos Guadiana Menor estamos hablando de otro río”. Y es secundario si este último es más largo, como defienden los partidarios de que el Betis nace en Almería. Para ello, Molina Cámara pone el siguiente ejemplo: “El río Mississippi confluye en un afluente, el Missouri, que es más largo que él incluso, pero, desde su nacimiento hasta su desembocadura, el río se llama Mississippi. No tiene por qué tener el nombre del afluente más largo. Es, simplemente, una cuestión histórica”.
Por su parte, Pedro Alejandro Ruiz también resalta que, “geológicamente, hay un argumento histórico” que explica por qué el río principal es el Guadalquivir y no el Guadiana Menor, como se está planteando desde la provincia de Almería. “Es debido al proceso de capturas”, señala y se remonta al Cuaternario. Entonces, la cuenca del Guadiana Menor no daba al mar, sino al lago de Baza, pero, por un proceso erosivo, alcanzó cotas más elevadas y el Guadalquivir —que sí tenía salida al mar— capturó la cuenca endorreica de su afluente. “Este argumento, aun siendo de dinámica fluvial, deja claro cuál es el cauce principal”, destaca Ruiz, aunque no niega que “cuando se observa la red hidrográfica surgen dudas”. Pero —añade—: “Si consideramos que la alternativa al nacimiento del Guadalquivir pueda ser alguna de las cabeceras de los ríos hasta ahora considerados afluentes, entonces, tendríamos que plantear no sólo la posibilidad de Almería [concretamente en la Sierra de los Vélez, en el término de María], sino la más fundamentada de que naciera entre la Sierra del Pozo (en nuestra provincia) y la de la Sagra (Granada), donde sí me consta que hay nacimientos de agua”, asegura Ruiz, que continúa: “No es tan fácil como decir ahora que nace en Almería, sino que habría que estudiar todas las posibilidades”. Incluso aquellas que sitúan sus orígenes en la provincia de Albacete.
“Sea como sea —resalta el director del Departamento de Geología de la Universidad jiennense— si se quisiera zanjar la cuestión, habría que hacer un trabajo científico y consensuar los criterios”. Entre otras cosas, habría que hacer una evolución histórica y estudiar la cuenca de drenaje, precisa José Manuel Castro. Y, aun así —comenta— “el concepto de nacimiento sigue siendo simplista”. “El criterio aquí es de tipo histórico”, reitera, y coincide con el catedrático de Estratigrafía José Miguel Molina Cámara, para quien “el asunto está zanjado”. “El Guadalquivir, con tal nombre, nace en Quesada porque allí está la fuente de la que fluye y desde allí hasta su desembocadura es Guadalquivir. Si queremos cambiarle el nombre, hablaremos de otro río y no será el Guadalquivir”.