El Real Jaén toca fondo con una derrota injusta

El fútbol lo marcan las dinámicas y, cuando estas meten a un equipo en depresión, resulta más que complicado salir de ellas. No jugó un mal partido el Real Jaén.

02 mar 2015 / 12:14 H.

Probablemente disputó el mejor de los últimos meses. Ni tampoco mereció perder. Ni mucho menos. Tuvo actitud para obtener alguna recompensa, pero sus errores, sobre todo en defensa, lo condenaron a un resultado que no mereció. Pese a todo, el equipo toca fondo. No valen excusas ni adjetivos para justificar un fracaso sin paliativos. El Real Jaén no consigue enlazar un triunfo o una racha de resultados que cambie el rumbo y genere ilusión entre los aficionados. Todo lo contrario. Las cosas van de mal en peor.  Ahora mismo parece imposible que el equipo jiennense tenga argumentos para triunfar y meterse en el play off, por más que los números evidencien que todo es posible aún. Mucho tendrá que cambiar el plantel para que la meta sea alcanzable. Le falta suerte, es cierto, pero también otros elementos esenciales en el fútbol. La ansiedad se ha apoderado de una plantilla que se ha visto superada por la dimensión del club y por el objetivo marcado. Ha sido el gran error. El Real Jaén ha corrido demasiado en construir una entidad de Segunda División cuando tiene un equipo de Segunda B. Y no de los mejores, como se difundió desde el primer momento. Sin menoscabar la actitud ofrecida ante el Ucam Murcia, el Real Jaén no se puede jugar la vida deportiva con dos centrales reajustados, porque Miranda y Álex Cruz jugaron la segunda parte en esa posición. Ni puede prescindir de Brian, el mejor hasta ahora, por las razones que fuere. Ni puede dejar el juego creativo en manos de un fichaje como Borja Prieto que no ha cubierto el déficit existente. Ni se puede fichar ahora a un director deportivo. Ni puede desviar la atención en otros asuntos que no sean el deportivo. Son tantos y tantos errores que el hecho de que la pelota no entre no es solo por culpa de la suerte. Todo ha influido para que el Real Jaén sea en estos instantes un barco sin rumbo y un equipo que no transmite más que decepciones.
La historia ante el Ucam se vertebra en un hecho esencial: el estado de ánimo. El del Real Jaén está por los suelos y hacer un gol es como construir un castillo en el agua. Sin embargo, cada fallo que comete tiene un castigo severo. No había hecho nada el Ucam, pero se encontró con un regalo tremendo en una falta de comunicación entre Toni García y Álex Cruz. El central cedió un balón de cabeza al guardameta cuando este inició la salida. No se entendieron y el balón quedó a placer en las botas de Hugo Díaz para que anotara. El más difícil todavía. Se repuso con buena actitud el Real Jaén, gracias al gran encuentro que brindaron Paco Sutil y Óscar Quesada. Pero no tuvo su estrella. Álex Cruz disparó al larguero y Sergio Molina remató fuera un centro desde la banda. El cero a uno del descanso pareció una utopía. Si algún equipo mereció ventaja fue el Real Jaén, pero imperó más el error defensivo que el coraje de los jiennenses.
El mismo estado del primer tiempo se prolongó en el segundo. Berges quitó a Álex Cruz y modificó la defensa. El equipo se sintió cómodo pese a la desventaja y buscó el gol con todas sus fuerzas. Lo mereció y lo consiguió, en un tiro de Sutil que Quesada cazó en el área y superó a Escalona, muy bien todo el partido. La reacción del Real Jaén con la motivación del empate se convirtió casi siempre en precipitación. No supo aprovechar su momento para dar el golpe definitivo y cerrar el partido. Ni mucho menos. Por entonces se dejaron ver en el partido algunas circunstancias tácticas que acabaron por ser decisivas. Eloy Jiménez gestionó muy bien los cambios y dejó velocidad y habilidad para la segunda parte. Hubo instantes en los que los centrales jiennenses quedaban emparejados con dos delanteros universitarios, con el consiguiente riesgo. Titi y Bello dejaron muestras de su capacidad. En una de esas acciones Titi realizó una gran jugada y sorprendió a todos, a los centrales y al portero. Segunda llegada y segundo gol. No hizo más el Ucam. En detalles de este tipo se observa el estado de ánimo de un conjunto al que todo lo sale bien. Lo demostró en La Victoria. El golpe, en cambio, fue terrible para el Real Jaén, que ya no levantó cabeza. No está el equipo para esos trotes. Terminó el encuentro como pudo y cosechó un nuevo fracaso en casa. No pinta bien la situación. En el deporte la actitud no lo es todo. El fútbol lo marcan los resultados y el Real Jaén no los tiene. El equipo toca fondo y se hunde más cada semana. El futuro se complica.