El radar de Mancha Real, un 'látigo' para los que aceleran demasiado

El dispositivo está ubicado justo antes de llegar al desvío que conduce a la principal zona industrial del municipio. Es un largo tramo, completamente recto y en el que está prohibido circular a más de 60 kilómetros por hora. El año pasado, más de 4.500 conductores se saltaron esta norma y el radar les “echó la foto”. Si no prosperaron sus alegaciones, tuvieron que rascarse el bolsillo (mínimo 200 euros) y perdieron parte de los puntos de su carné.
Este radar fue el más activo de todos cuantos funcionaron en la provincia en 2011. El segundo que más “castigó” a los conductores fue el ubicado en el kilómetro 256 de la Autovía de Andalucía, en lo que era el angosto desfiladero de Despeñaperros. Multó a 3.445 conductores en los nueve primeros meses del año. Cuando entró a funcionar el nuevo trazado de la carretera en sentido Madrid, el aparato fue “recolocado”.
Solo esos dos radares “pillaron” a casi 8.000 conductores que pisaron el acelerador más de la cuenta. Son los que funcionaron a pleno rendimiento. Sobre todo porque entre los demás dispositivos apenas pusieron mil multas por exceso de velocidad para un total de 8.918. No hay motivos que expliquen estas diferencias: “Todos los aparatos de la provincia están bien señalizados, por lo que el conductor sabe donde están”, explica el jefe de la Dirección General de Tráfico en Jaén, Juan Diego Ramírez.
Pero, realmente, ¿funcionan todos los radares al mismo tiempo? No. Lo que existe en las carreteras de la provincia son carcasas en las que se puede colocar el dispositivo que mide la velocidad de los vehículos. Los aparatos se van intercambiando en función de las necesidades de circulación y también de las averías y de las puestas a punto de los cinemómetros. De este modo, suele ocurrir que alguno de esos habitáculos no tiene dentro “el bicho”, como se conoce en el argot popular. De este modo, en 2011, no hubo multas en siete de los puntos kilométricos de las carreteras de Jaén en los que, presumiblemente, existe un radar. El año pasado, las carcasas estuvieron vacías en el Puerto Carretero, en la A-311 (en el término de Fuerte del Rey) y en el Riogordillo (muy cerca de la capital), entre otras. Ahora bien, eso no significa que, en cualquier momento, el radar comience a funcionar: “Ni siquiera nosotros lo sabemos”, aclara Juan Diego Ramírez. Esa labor la realiza directamente una empresa externa, que no facilita las ubicaciones a la Jefatura.
Tráfico trabaja actualmente en una “resiembra” de los cinemómetros fijos. Sobre todo porque con la apertura del nuevo trazado de Despeñaperros y de la puesta en marcha del radar de tramo en esa zona, hay cuatro dispositivos que estaban colocados allí y que ahora han dejado de servir. Serán reubicados en otros puntos de la provincia. De hecho, la DGT tiene encima de la mesa un listado con más de 70 puntos peligrosos en los que sería conveniente colocar uno de esos aparatos. Ramírez ya anunció que se instalarían en carreteras de doble sentido, “donde las estadísticas demuestran que la velocidad es la causa principal de más accidentes”. Ese listado está encabezado por la A-301, la vía que une Úbeda con La Carolina. Se trata de una calzada de titularidad autonómica, en la que se han producido varios siniestros mortales en los últimos años. En concreto, Tráfico ha propuesto ubicar el radar en el kilómetro 368. En la A-44, la autovía entre Granada y Motril, hay otros siete tramos “candidatos” a albergar un cinemómetro. Todos están entre el cruce de Huelma y el límite de la provincia de Granada. Curiosamente, el único habitáculo allí instalado (en el Carretero) ha estado vacío durante todo el año 2011. Rafael Abolafia / Jaén