Linares. El nuevo Parque del Pisar abre sus puertas a la Feria de San Agustín

Mariela Soriano / Linares
Linarenses y vecinos de los municipios de los alrededores se dieron cita ayer, durante la primera jornada de la Feria de San Agustín, en el nuevo recinto ferial ubicado en el Parque del Pisar. Desde la mañana, se sucedieron las actividades que continuarán, para disfrute de todos, hasta el 1 de septiembre.

    28 ago 2009 / 10:12 H.

    A pesar de que la inauguración oficial de la Feria de San Agustín se produjo a las diez de la noche, desde ayer por la mañana se sucedieron las actividades en las que mayores y pequeños participaron activamente. Una primera jornada de celebración en la que tanto la Exposición de Minerales ubicada en el Centro de Interpretación, que recuerda y rinde homenaje a una actividad industrial que marcó a la ciudad, como la X concentración equina “Expo Amigos del Caballo”, fueron algunos de sus alicientes.
    Uno de los momentos más esperados por todos fue la gran cabalgata, con desfile de carrozas, colectivos de animación, pasacalles y charangas, que salió a las ocho de la tarde desde la Glorieta de América y que concluyó en el nuevo recinto ferial del Parque del Pisar. A su llegada, sobre las diez de la noche, se procedió a la inauguración oficial de la Real Feria y Fiestas de San Agustín 2009. Sin lugar a dudas, uno de los momentos más esperados por los vecinos era el de contemplar la actividad en el nuevo enclave, un proyecto anhelado y acariciado por los linarenses desde hace años y que en esta nueva edición de la feria ve la luz, con la mejora en cuestiones fundamentales, como la red de saneamiento, el abastecimiento de agua, el mobiliario urbano, aseos fuentes ornamentales e incluso un “oasis” central.
    La música puso el broche a la primera jornada de la celebración y si en la caseta municipal vino de la mano de las orquestas Zócalo y Fusancs, el antiguo ferial de la Estación de Madrid acogió el regreso de Danza Invisible. Con una introducción basada en su tema “En celo”, el grupo malagueño se metió en el bolsillo a los asistentes al concierto con los temas que más sonaron en sus inicios, en la década de los 80, para luego hacer hincapié en los nuevos que sirven como adelanto al nuevo disco que verá la luz a finales de año. Danza Invisible, fiel a un sonido y a una música que nunca buscó la comercialidad, ofreció una gran actuación en directo con la que demostró el motivo por el cual, tras 30 años, siguen teniendo público y viviendo de la música que hacen.