El noble oficio del capachero se aprende desde la infancia
Los menores quedan asombrados cuando, de repente, el técnico Ciriaco Castro les cuenta que existió un oficio básico para obtener el aceite. Se trata de los capacheros, que se dedicaban a elaborar unas seras de esparto que se llenaban de aceituna para que fuese molida.
Esas particulares charlas, junto con los talleres para elaborar de forma artesanal esas seras redondas, forman parte del programa de actividades de educación ambiental que dirige el técnico municipal Ciriaco Castro. En esta ocasión, fueron los alumnos de quinto y sexto de Primaria del colegio Divina Pastora quienes descubrieron un trabajo prácticamente extinguido en la ciudad.
El técnico explicó que la actividad es novedosa y sirve para explicar una parte de la artesanía y del proceso industrial que existió, no hace tanto tiempo, en la ciudad de la Peña. “Les hablo de la utilidad que tuvieron los capachos y de cómo se hacen, y de los capacheros que hubo en Martos”, señaló. Tras la teoría, llegó la práctica, y eso es lo que más gustó a los alumnos, como indicó la tutora de quinto, María Ángeles Díaz. “Es una actividad muy interesante, algo que se hacía tradicionalmente en Martos y, por un día, los menores se han convertido en aprendices y han realizado sus propios capachos”, concluyó. Silvia Ruiz Díaz / Martos