El Linares salva los muebles

Y pudo ser peor para el líder de Tercera División de no ser por su reacción en la segunda parte, en la que arrinconó a su rival en el área y rescató un punto gracias a un gol de Ángel a siete minutos del final.
El Antequera no se amilanó ante al primer clasificado del grupo, que le saca casi cuarenta puntos en la clasificación, y le planteó un partido de igual a igual. Mejoró con la nueva alineación planteada por su entrenador, lo que se tradujo en una clara ventaja de 2-0 en el minuto 40 con goles de Isco y Maero, pero no fue suficiente para romper con la situación de la cantidad de puntos que se escapan de El Maulí , ya que los goles de Vicente y Ángel devolvieron las tablas al marcador.
Nada más comenzar el partido, los de Cuevas tuvieron ocasiones en los minutos 2 y 5. En la segunda de esas jugadas, el árbitro se “comió” un claro penalti por mano de un defensor visitante, que cortó el disparo de Maero. En el minuto 18 llegó el 1-0 en una jugada personal de Isco, que se sacó un misil imparable. Consiguió un “golazo” y acabó jaleado por el público que llenaba las gradas. El Antequera presionó en el centro del campo para tratar de asfixiar la creación de juego visitante. En el minuto 40, Bermu centró de cabeza a Maeso, que remató a gol para hacer el segundo. Pero duró muy poco la alegría local, porque Vicente logró el dos a uno en una jugada de picardía en el 44.
En la segunda parte el Linares se conjuró, se convirtió en un equipo serio y ordenado, y salió a por el empate. El Antequera, por su parte, jugó más reposado, pensando en sujetar a los azulillos, que insistían en sus ataques y obligaron al Antequera a renunciar a los ataques abiertos de la primera mitad, para cerrarse atrás y fiarlo todo a algún contraataque aislado. En el minuto 83 se produjo un pase a Ángel dentro del área local y el linarense remató un balón imparable. Era el 2-2. Desde ese momento los dos equipos se lanzaron sin red a por el triunfo, acusando el Antequera su esfuerzo de la primera parte y buena parte de la segunda. Así se llegó al final, con juego embarullado y cada vez mas duro.