El juez deja en prisión al joven que disparó a otro

Andrés M. R., el joven de Úbeda acusado de disparar en dos ocasiones a otro veinteañero con el que estaba enemistado, seguirá en prisión preventiva. Es la segunda vez que el magistrado Miguel Ortega Delgado, titular del Juzgado de Instrucción número 1, rechaza su petición de libertad. En principio, se le imputan cuatro delitos en el auto de procesamiento: asesinato en grado de tentativa, amenazas, daños y tenencia ilícita de armas.

28 ago 2015 / 07:48 H.


El escrito relata lo que, presuntamente, ocurrió entre el acusado y la víctima. Sitúa el origen del conflicto en la madrugada del 5 al 6 de diciembre. Andrés M. R. y el joven que, diez días después resultó tiroteado, tuvieron una pelea. Parecía que la cosa estaba calmada. Sin embargo, no era así. El procesado, presuntamente, intentó atropellar a su rival con su Volkswagen Golf en la zona de la Avenida de la Libertad, cuando caminaba en compañía de un amigo. “Llegó a subirse en la acera, si bien la víctima saltó hacia atrás”, con lo que pudo evitar la embestida, tal y como aclara el juez, quien añade que Andrés M. R. ya lo amenazó de muerte con “pegarle un tiro”. Presuntamente, cumplió con sus amenazas en la noche del 16 de diciembre.
El perjudicado estaba en el interior de un coche aparcado en un descampado del cerro de La Atalaya. El presunto autor sabía que estaba allí. Fue a buscarlo y llegó hasta el lugar “a toda velocidad”, de nuevo en su Volkswagen Golf. Se bajó del coche, sacó una pistola de calibre 9 milímetros parabellum —que no ha sido encontrada— y se acercó hasta donde estaba su contrincante, que estaba junto a más personas. Según el relato del juez, lo apuntó con el arma y le ordenó que se bajara del automóvil y que se pusiera de rodillas. La víctima se negó. La reacción de Andrés M. R. fue disparar. Efectuó dos tiros contra el vehículo. Uno de ellos impactó en la pierna del perjudicado. Después, disparó en una tercera ocasión, esta vez al aire para amedrentar a todos los presentes y advertirles de que no llamaran a la Policía, “porque iba a ser peor”. Se montó en un automóvil y se marchó.
Pocas horas después, agentes de la Comisaría de Úbeda le pusieron las esposas. Tras escuchar su versión de los hechos, en la que confesó ser el autor de los tiros, el juez lo envió a prisión preventiva. Ahora, el magistrado acaba de ratificar por segunda vez esta medida de privación de libertad, al transformar la causa en un sumario. El caso está pendiente de que el forense realice un nuevo reconocimiento de la víctima.