El jiennense Bernabé Gómez es el más joven de 'Deja sitio para el postre'

El premio de 30.000 euros y un curso de repostería de seis meses con Paco Torreblanca, valorado en 15.000 euros, son suficientemente apetitosos para un entusiasta de la repostería, como para ponerse las pilas. Pero Bernabé Gómez, el concursante más joven del concurso, es feliz con el mero hecho de concursar y aprender la profesión que más le gusta del mundo: la repostería.
Él se define así: “Soy muy extrovertido y no podría imaginar mi vida sin el sentido del humor y trato de llevar esa alegría a la repostería. Desde pequeño, mi afición es la cocina, pero mi verdadera pasión es la repostería. Todavía recuerdo el día en que mi tía trajo un ‘brownie’ a una reunión familiar y me contó que ese postre nació a partir de un error: a su creador se le olvidó poner la levadura. Esa historia tan curiosa hizo que me picara el gusanillo por la repostería y mi objetivo es claro: convertir esta pasión en mi profesión”.
También confiesa que, desde pequeño, le gustaba ver a su madre cocinar. Salvo esa circunstancia, en su familia nadie antes se dedicó a la hostelería. Cuando acabó la Secundaria, Bernabé Gómez hizo los módulos de Cocina y Gastronomía en el instituto El Valle, de Jaén. Al acabar el curso, solicitó plaza en la Escuela de Hostelería de La Laguna, de Baeza, para estudiar Repostería en el grado superior.
Y en esas estaba cuando se enteró por Diario JAEN que había un casting para un concurso de televisión de repostería: “Fue mi prima Raquel la que leyó la noticia. Inmediatamente fui al supermercado a comprar los ingredientes hice un postre y lo envié. Fue un poco de casualidad”.
Considera que su golpe de suerte pudo tener cierta ayuda: “El día mismo que me cogieron para el casting hacía justo dos años que falleció mi abuela, y pensé que me estaba ayudando desde el cielo”. Bernabé Gómez entró con buen pié en el concurso pues, ya desde el primer día, Paco Torreblanca dijo en el programa que la mejor “galette” era la de Bernabé. El joven jiennense reconoce que en esta experiencia “se aprende muchísimo”.   Y añade: “Esto me sirve para dar un cambio radical a mi vida, ver que lo que realmente me gusta es la repostería y que en el futuro me dedicaré a ella. Tengo 19 años y, ahora, mi objetivo es seguir formándome para llegar a ser un buen profesional. El programa me ayuda a darme el empujón”.